Jamundí es un municipio con un pasado y un presente violento. De hecho, es acreedor de populares sobrenombres como “balamundí”, y se ha hecho visible por ser el hogar de diferentes criminales y la cuna de bandas al servicio del narcotráfico.
En lo personal, duele ver cómo muchas de las personas que se criaron con uno ya no están porque han sido arrastradas por ese flagelo que consume nuestro municipio.
Últimamente, las muertes violentas en Jamundí han aumentado. Ya no importa si es mañana, tarde o noche, al que la debe se la cobran con su vida.
No escribo esto para hacer un llamado a la autoridad, tampoco un llamado al magnánimo alcalde que tenemos en este lindo terruño. Escribo esto porque en Jamundí no solo hay muerte, hay quienes combaten el tedio, la rutina, la desesperanza de una sociedad que está cansada de tanto mal que la aqueja. Hay personas que hacen un contraste a la muerte creando vida y llenando almas.
Jamundí también es un municipio de artistas, aunque no sean visibles, ¡cómo da rabia! Una bala hace más ruido que un pincel acariciando un lienzo, que unas letras escritas para regocijar la existencia.
Pero, usted, querido paisano, vecino, coterráneo, ¿apoya a su artista local?
Hemos gastado muchos años hablando de la muerte, la sevicia, el dolor y el llanto. Incluso, si hay una muerte violenta cerca a nosotros lo primero que vemos es alguien sacando su celular para grabarlo y subirlo a las redes sociales y allí manifestarse de lo mal que estamos. Qué raro es ver que alguien saque su celular para grabar a un artista jamundeño, subirlo a las redes sociales y decir, Jamundí también es semillero de artistas.
No es restarle importancia a los acontecimientos criminales, claro que no, estos hay que denunciarlos, hay que manifestar la inconformidad de no poder salir tranquilos a las calles, pero no es lo único que existe y también hay otras cosas como el arte, que son importantes.
Es cierto eso de que “El arte saca del ghetto a niños y los convierte en artistas”. No somos conscientes todavía de la dimensión que tiene esto; he sido testigo de que el arte mira de frente a la muerte y le arrebata las vidas que se quiere llevar.
Los movimientos artísticos hay que apoyarlos, yendo a sus presentaciones, haciéndolos visibles porque esto es contagioso y en la calle hay tanto talento pero tan pocas oportunidades.
Ahora, es cierto que la labor del que debería llevar las riendas de la cultura en Jamundí es paupérrima, que al parecer no hay ni siquiera un concejo de cultura, que cada vez que hay una presentación cultural son artistas de afuera, ignorando en su mayoría el talento local, eso es cierto, pero no es todo lo que hay; he sido conocedor de la ardua tarea que lleva pintura al parque, Colectivo Oral Griot, los diferentes jóvenes artistas que con las uñas han hecho lo posible por poner propuestas sobre la mesa artística del municipio. Con teatro, danzas, música, malabaristas, escritores, diferentes grupos de recreación los jóvenes tienen la opción de aprovechar su tiempo libre.
Los artistas de Jamundí hacen un contraste entre la muerte y la vida, son trabajadores silenciosos, como hormigas y pocas personas lo ven.
Hago una invitación a que apoyemos esto que es vida, que le dará una mirada diferente de las cosas y sobre todo de lo que es Jamundí,“la perla fina del Valle”.