Acá nos acostumbramos a que las estrellas brillen fugazmente y luego desaparezcan. Primer fue Juan Pablo Montoya quien a los 31 años abandonó la Fórmula 1 y luego se fue para la Nascar, luego Nairo quien pasó a un equipo de segundo orden apenas a los 30 y ahora, James con apenas 29, ya dejó la élite del fútbol mundial para pasar a un equipo de media tabla con el que no ganará nada.
El Everton es el cuarto equipo con más títulos en Inglaterra pero el último lo ganó hace décadas. Tiene un gran entrenador, Ancelotti, con el que esperará lograr la hazaña de clasificar a un torneo europeo pero, mucho ojo, este no es ni el Real Madrid, ni el Bayern, ni siquiera el Porto. Es un equipo regular que pierde muchos partidos en donde, al menos será titular.
A los 29 años James ya dejó de ser parte de equipos top y peleará por un puesto en un equipo que está lejos de ser uno de los grandes de Inglaterra. Ahí acabó su rebeldía, sus ganas de estrellato. Esta será su última oportunidad en Europa porque, si no le va bien, terminará en la MLS, con Shannon en Miami.
Toda la ilusión que tuvimos los colombianos de verlo triunfar en un grande se desvanecieron. Llegó al Everton porque ningún otro equipo lo quería. Incluso dentro de la misma afición había cierta resistencia, querían para el equipo un jugador más joven, sin tantos problemas mediáticos como los que puede ocasionar James.
Por el bien de la selección esperemos que le vaya bien, que triunfe y pueda conseguir cupo a una copa europea. Lo tendrá dificil. Al menos estará cobijado por su amigo Yerry Mina y por un técnico que lo aprecie. Lo que si está claro es que ya no forma parte de los jugadores top. Igual nuestro fútbol tiene tan poca historia que, con lo poco que ha hecho en Europa, A James le alcanza para ser el mejor jugador nuestro de todos los tiempos.