Hace muy poco era inconcebible la selección Colombia sin Teófilo Gutierrez. De sus pies salían todas las jugadas ofensivas del equipo. La dupla que formó con Radamel Falcao era temible. Teo era un ídolo nacional, un indiscutido, un crack. Lamentablemente hoy no ocurre nada de eso. Teo regresó al Junior de Barranquilla dizque para asegurarse un cupo en el mundial. El año pasado la rompió con Chará. Aún brilla por las canchas de Colombia a sus 32 años. El problema de Teofilo no pasa por lo futbolístico. El problema de Teo es la persona. Gutierrez, en su ya dilatada carrera futbolística, se ha trompeado con sus compañeros en entrenamientos, amenazó una vez al arquero del Racing, el equipo donde llegó a ser ídolo, con una pistola de juguete. En Argentina escupió a un árbitro, en México quedó mal con el Cruz Azul por las ganas que tenía de jugar en River Plate, la misma excusa que dice ahora mientras empezó muy mal la temporada con el Junior, su dizque equipo amado.
En la selección el ambiente siempre fue el mejor. Parecía llevarse bien con todo el mundo. Era uno de los fijos así su último gol fue hace mucho tiempo, en el 2015, en el primer partido de la eliminatoria a Rusia contra Perú. Algo pasó en la última convocatoria que no nos quieren decir. Algo pasó pero parece que el problema lo tuvo con James. En el equipo no cayó bien que Gutierrez intentara levantarse a la esposa del paraguayo Ovelar, su compañero del Junior. Son códigos que los jugadores respetan a raja tabla. Esta es una de las razones por las que Mauro Icardi, en Argentina, no esté fijo para el Mundial a pesar de ser un goleador estelar. Nadie le perdona el que le haya quitado a Wanda Nara, su actual esposa, al delantero Maxi López.
James es la estrella del equipo. Su palabra es ley como debe ser. De él vendría la determinación de que Pékerman no lo convocara. En los últimos tiempos se había convertido en un elemento extraño, casi que disociador. Al menos eso decían los rumores, la radio bemba. Igual su momento futbolístico no es el mejor. En el Junior no la mete y Muriel, Zapata y hasta Borja podría hacerlo mejor. James debe tener razón. James siempre tiene la razón. Por algo es el goleador del último mundial
