Nunca se me olvida días antes del mundial de Brasil cuando se anunció que Falcao García no podría asistir a la cita más importante del fútbol, la gente comenzó como siempre a despotricar de la selección, Falcao era la figura, el que nos había hecho clasificar, el que remontó contra Chile cuando todo estaba perdido, de nuevo, este país estaba como siempre decepcionado. Todas las esperanzas recaían entonces en un joven James Rodríguez quien tendría que soportar la carga de ir al mundial a hacer un buen papel ¡Y lo hizo!
Y de que manera, no solo fue la figura de la selección, sino que ganó el premio al mejor gol del certamen y nos dio momentos maravillosos, el famoso mundial del “era gol de Yepes” uno de los mejores mundiales para el país, o por no decir más, el mejor. Hoy James es el segundo goleador histórico de la selección después de Falcao y tiene infinida de títulos, pero esto al colombiano no le basta, no le interesa.
El colombiano odia mucho, lo viví hace un mes en carne propia cuando fui insultado y calumniado por una persona a la que quería reconocer con una nominación en los Premios Subterránica, es decir, quería darle un reconocimiento, decirle que lo que hace está bien, sin ningún interés, solamente por crear un espacio de reconocimiento y la paga fueron insultos y calumnias en redes, tocó demandarlo, ese es el colombiano perro y parásito que habita en este país.
Y recuerden infinidad de ejemplos, Juan Pablo Montoya también un hombre calumniado e insultado hasta el tuétano por decir que nunca corrió por este país, cuando fue su padre quien tuvo que vender hasta la casa para poder correr en Inglaterra y forjarse una carrera, ¿Qué hizo el país? Solamente colocar la bandera sobre el cuándo ya era campeón, como le sucedió a Chob Quib Town a quienes solo vieron cuando ya se ganaron el Grammy, como a Shakira, a Gabo, a Juanes y a todos los que les han puesto el sello colombiano cuando se tienen que largar para triunfar.
Aquella niña que salió de Colombia cuando tenía seis años, huyendo de la violencia extrema de este país, que fue recibida en Los Estaos Unidos, se educó en Los Estados Unidos, consiguió una beca de Los Estados Unidos para formarse, entró a la NASA y diseñó un brazo robótico para una misión espacial ¿Qué de colombiana tiene? Pero acá alzaron una vez más las banderas para decir “la ingeniera colombiana de la NASA” cuyo único tinte nacional fue como dijo Schopenhauer haber nacido en el país por “el azar”.
Así que James, tranquilo loco, acá eso es normal, es un pueblo diseñado para envidiar y para destruir a sus propios compatriotas, acá vive la gente que es experta en hacer memes y crear chismes, en destruir, tranquilo loco que no es su culpa, es culpa de la ignorancia profunda de este pueblo que cree que se las sabe todas sin haber estudiado, acá todos saben cómo ganar un partido, como ganar un mundial pero usted los coloca en la cancha y se vomitan del susto y así sucede en la música, en la política, en la medicina, en todas las áreas.
Este es un país en done habitan muchos parásitos que le clavan la bandera a los triunfos robados y que quiere tener glorias, solo glorias, como cuando María Isabel Urrutia ganó la medalla olímpica al otro día estaba en un comercial de Pony Malta y el gobierno le dio casa, pero antes tenía que entrenar con pesas de cemento. Gracias al cielo o al Olimpo que sí existe un pequeño grupo de colombianos sensatos, analíticos que son los que mantienen la cordura en este país y que siguen luchando por repararlo, que aun se aferran y no se han largado.
James, no es usted, nunca ha sido ni será usted, de hecho, usted no les importa, no importan sus buenos momentos, ni su historia, nada, solo es “el del momento”, el que hay que destruir, porque el colombiano es así, destruye todo y a todos cuando están en la comodidad del hogar, pero lloran cuando es a su familia a quien le tocó entrar al campo a jugar y perdieron, si es que tuvieron el valor para hacerlo, recuerde siempre en donde le tocó nacer.
“Vengo de uno de los tres países más bellos de la Tierra. Allí hay una explosión de vida. Miles de especies multicolores en los mares, en los cielos, en las tierras…vengo de la tierra de las mariposas amarillas y de la magia. Allí en las montañas y valles de todos los verdes, no solo bajan las aguas abundantes, bajan también los torrentes de la sangre. Vengo de un país de belleza ensangrentada”: Gustavo Petro
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