A esa lista de personas calvas y aborrecidas en Colombia —además del locutor Jota Mario Valencia y el doctor Carlos Antonio Vélez—, habría que agregar también al Director Técnico del Real Madrid CF, su majestad Zinedine Zidane.
Los calvos han gozado de demasiado prestigio y reputación; se ha dicho que son sabios y directos descendientes del Rey Salomón. Ser calvo produce la impresión visual de poseer una cabeza de tamaño considerable y de visibilidad formidable.
De ahí, el hecho de que a los ideólogos se les denomine como las cabezas visibles de un grupo de personas determinado.
El Papa usa diversos gorros (entre los cuales está el solideo), para tener la cabeza más notable, de hombre magnánimo, que domina el arte de saber vivir la vida.
La sabiduría fue lo primero que fabricaron los chinos, luego poblaron el mundo y lo llenaron de camisetas, de juguetes y de cantidad de artefactos. La sabiduría es a los chinos como el humor a los ingleses y el comercio a los árabes.
Colombia es un país inclinado al elogio. La crítica de arte de origen argentino Marta Traba hablaba del provincianismo producto del autoelogio, de la autocondecoración; el aldeanismo vanidoso referido por José Martí o del rechazo de Julio Cortázar por la inclinación de tomar lo telúrico contra el mundo.
Nuestros comentaristas de fútbol, del balón y del pie, ni siquiera intentan abstraerse de esa manera tan rebuscada y rimbombante de narrar. Terminan siendo malos psicoorientadores y enferman a nuestros deportistas.
¿Por qué aplaudir a los futbolistas cuando es evidente que les falta profesionalidad, cuando están haciendo las cosas mal, de manera nada disciplinados?
Diego Armando Maradona tuvo un padre en todo el sentido de la palabra. Ha contado que era un señor riguroso, exigente, parecía estoico e indiferente ante los resultados de su hijo. Quizá por eso El Pelusa logró tanto en el fútbol.
Yo creo que todo lo que uno hace en la vida es para alcanzar el agrado y la aprobación de un exclusivo ser humano, ya sea papá o ya sea mamá.
Me gusta pensar que el proceso de James está inconcluso, no se encuentra todavía en la etapa final. La marcha del tiempo continúa y el diez del Real Madrid puede dar más. Adelante.