A los 23 años James Rodríguez tenía el mundo a sus pies. Valía 80 millones de euros y enloquecía a los clubes del mundo que querían tenerlo. El Real Madrid se quedó con él y después de las críticas iniciales se consolidó como uno de los mejores jugadores que tenía ese equipo comandado por Cristiano Ronaldo. Sin embargo una lesión se le cruzó en el camino y su nuevo técnico, Rafa Benitez, el que reemplazó a Ancelotti, le bajó el pulgar. Entonces esperó una espiral de lesiones y malas decisiones que lo tienen devaluado y casi retirado para el fútbol en Catar.
Sin embargo su manager Jorge Mendes se sabe mover bien y a último minuto, después de tantas especulaciones que lo ubicaron hasta en el Valencia español. Pero al final el elegido fue el Olimpiakos, el club más prestigioso de Grecia. Los canales nacionales intentarán sacarle aún mas a James, hasta el último peso, con transmisiones especiales y todo eso.
Sólo el tiempo y su pierna derecha sabrá si James está listo para regresar al más alto nivel. Por ahora lo único que le pedimos es que se concentre, que se ubique, que la belleza paradisiaca de las islas griegas no terminen de obnubilarlo.