Desde el principio se rumoraba que iba a ser difícil que James se afianzara como titular del Bayern de Munich con Nico Kovac como técnico. El croata quería a su paisano Rakitic en ese puesto. Sin embargo, las directivas alemanas estaban felices con el colombiano.
Bajo el mando de Jupp Heynckes el colombiano encontró el amor que le había dado Ancelotti y Pékerman en la selección. En su primera temporada con el club bávaro el cucuteño voló, pero, lamentablemente para él, su cosecha duró poco. En esta temporada, después de la misteriosa lesión que terminó amargándole el mundial no ha arrancado. No ha arrancado e igual este monstruo ya ha hecho dos goles.
Sí, pareciera que se repitiera la injusticia que pasó con Zidane. A James su técnico, a pesar de que ha dicho hasta la saciedad que le parece un baluarte importante para su equipo, no confía completamente en él, no lo mete todo lo suficiente.
Una de las quejas es de que James no aprende alemán. Por ahí se entiende con Javi Martínez que es español, con los brasileños del equipo y con Lewandowski con quien bromea y ha dicho que se entiende en paisinglish. James nada que aprende alemán y eso que tiene su profesor particular. Por el momento bromea con Thiago Alcántara, otro español del equipo y el resultado da para risas.
Su compra definitiva está en veremos. Dicen que es un hecho, pero falta ver. Por ahora la cosa va lenta como el alemán de James. James necesita acomodarse a su técnico y algo al revés, es lógico que le pase, al fin y al cabo es una estrella y las estrellas son caprichosas.