Hoy nuestro país vive un colapso desencadenado por el COVID – 19, gobernadores y alcaldes han tomado decisiones drásticas, que para muchos se podría decir que son demasiado radicales, no obstante, el mundo tiene el referente de países europeos y asiáticos, por lo que es vital que los sacrificios que se hacen tienen como propósito salvaguardar vidas y garantizar una buena salud a los connacionales.
Pese a ello preocupa la actitud de miembros del gobierno, tales como la vicepresidenta Martha Lucia Ramírez, quien dice que "no es necesario cerrar fronteras, ni decretar toque de queda", caso igual pasa con la ministra del interior: Alicia Arango; por lo que muchos ciudadanos se preguntan ¿Será que se debe esperar que suceda lo que está ocurriendo en Italia, Francia, España o China para que se tomen decisiones más estrictas?
El gobierno de Estados Unidos también tomó la decisión de establecer restricciones fuertes, al igual que algunos países en Latinoamérica, teniendo en cuenta, que estos lugares tienen como prioridad la defensa del derecho a la vida, más que otras situaciones de índole económico. Si el país no previene la expansión del virus el colapso en el servicio médico será incontrolable y no alcanzarán los recursos económicos para costear la atención a pacientes infectados El Dorado.). Y según lo dicho por el procurador Fernando Carrillo, los controles son mínimos.
De acuerdo con lo dicho hasta aquí, es necesario llamar la atención a estas funcionarias, que poco o nada conocen sobre una pandemia y de tal modo, eviten dar declaraciones irresponsables y les dejen esa tarea a científicos con conocimiento del asunto y de esa forma no desinformen a la ciudadanía, ni entren a causar polémicas que no ayudan a solucionar esta crisis por la que pasa el país. Y lo único que causa es discordia entre los ciudadanos, por este motivo, se requieren funcionarios solidarios, sin arrogancia, que no estimulen la aglomeración masiva de personas con posible infección de coronavirus, por eso es mejor callar y no fallar.