Por vías de hecho el Che llegó a la nacho y por vías de hecho se fue. Aunque existe la gran posibilidad de que el “Che Guevara” vuelva a ser pintado, cabría preguntarse: ¿y si ya no representa al estudiantado como en 1976? ¿Debería ser impuesto o consentido volver a poner al Che?. Antes de octubre del 76, la plaza central de la Universidad Nacional era conocida como “Plaza Santander”. Así que no es nuevo esto de poder cambiar de símbolo. No soy estudiante de la Nacional, pero considero que es patrimonio de la nación y una institución insignia, por ello creo que puedo opinar así no tenga tanta autoridad como un estudiante de la Universidad Nacional.
No se puede negar que el Che Guevara es un icono del siglo XX y casi que un rockstar. Tal vez por su humanismo mezclado con tintes discordantes de belicosidad. En mi opinión, el Che Guevara poco representa en el país y no aportó a la sociedad colombiana. Tan solo es un icono para aquellos que creen o que creímos alguna vez en una “revolución o transformación social”. Me parece que sería más representativo colocar en el León de Greiff a un estudiante de la misma Universidad Nacional, que en realidad haya contribuido a este país y que sea figura ejemplar de lo que es perseguir la paz en el país de los imposibles; Jaime Garzón.
Jaime derramó su sangre por su este país y todavía siento vergüenza por ello. Con sus personajes, su humor inquietante y su crítica voraz, Jaime logró marcar un hito en nuestra historia. Más allá de las posibles críticas al gran Jaime, probablemente por cuestiones de extremismo político, Garzón es el verdadero Gran Colombiano, el verdadero. Nos dejó un legado importantísimo, sus discursos están ahí, sus programas y su humor están ahí, sus críticas sin censura ante políticos tradicionales no se irán de Youtube y siempre quedarán como premoniciones de Jaime sobre nuestra golpeada Colombia. Pero hace falta algo que en realidad honre a un hombre que se la jugó toda por este país. Sería muy bonito en este momento de transición hacia la paz y sin duda honraría la memoria de Jaime, verlo en la plaza che o Santander.
No me compete argumentar a fondo por qué Jaime Garzón debería estar ahí, solo espero que este sencillo artículo sea del interés de algún líder estudiantil de la Universidad Nacional o de cualquier estudiante común que se atreva a hacer la propuesta: Jaime Garzón en el León de Greiff.
Sin duda alguna, el hecho de que borraran al Che abre la posibilidad a un mejor consenso con los estudiantes, puede que en realidad el Che sea el icono más querido por la Nacional, perfecto, pero me parece que eso debería ser decisión de todos los estudiantes de la universidad y no de unos pocos.