Nota publicada originalmente el 15 de agosto del 2014
Esa fue una de las tantas afirmaciones que, en los últimos días, hizo Jaime Restrepo desde su cuenta en Twitter. Aunque, seguramente, muchos colombianos saben quién es el personaje que, aprovechando la fecha en la que nuestro país recuerda a uno de sus hijos más queridos, hay un gran porcentaje de compatriotas que desconocen los motivos por los cuales el odio del abogado no tiene límites.
El pasado 13 de agosto, millones de colombianos recordamos el legado del gran Jaime Garzón. Mientras muchos sentíamos vergüenza por la impunidad del crimen del humorista colombiano, el Presidente de la Asociación Nacional de Víctimas de la Guerrilla Terrorista, se dedicó a vincular a Garzón con un pasado oscuro, ilegal y dañino para el país.
Jaime Restrepo es uno de esos personajes que, lamentablemente, nos identifica a todos los que estemos en contra de los abusos del Estado Colombiano como: guerrilleros. Así suele suceder con la ultra derecha colombiana. Hasta ahora, nada debe causar sorpresa entre nosotros.
Sus posible vínculos con paramilitares del Magdalena Medio, expuestos por el periodista Juan Diego Restrepo para el portal Semana.com en enero del año 2012, deberían preocupar al país, pero como sucede usualmente no le damos la importancia del caso a una denuncia trascendental como esta. Este mismo personaje fue quien retó a un duelo al congresista Iván Cepeda.
Restrepo, a través de la red social, denunció el peso político de la persona que le daba vida a nuestro extrañado Heriberto de la Calle en la guerrilla del ELN. También aseguró que Garzón era amigo incondicional de alias "Romaña" y, además, la existencia de un posible beneficio económico de las pescas milagrosas llevadas a cabo por el líder de las FARC. Lo que llama poderosamente mi atención, es no haber podido conocer sus declaraciones acerca de sus vínculos con alias "McGiver". Colombia sigue sin tener claro si él es, o no, alias "Samuel".
Restrepo es una persona que segrega odio por sus poros. Es lo más parecido que hay en nuestro suelo a Uribe. Ver su cuenta en Twitter (@_El_Patriota) demuestra porque somos un país donde es más fácil devolver un insulto que un saludo. Lo peor del caso es ver cómo este señor, desde su soberbia posición, sigue lanzando insultos a medio país y nadie hace o dice nada. Los colombianos deberíamos exigir que él, y todos los denunciantes de ilícitos de personajes gravitantes en la esfera de opinión y política del país, pongan las pruebas sobre la mesa. Somos un país que sueña con la paz, pero vive en guerra.
Ojalá a mí no me vaya a retar a un duelo, si es que lee esto, el ex candidato a la Personería de Sonsón en el año 2004. Aunque sí lo hace, seguramente, yo lo ignore. Creo en la paz del país, pero estoy seguro que con cánceres como este, no la vamos a lograr. O bueno, al menos en el corto y mediano plazo. Por supuesto para los uribistas, la paz se va a lograr es llenando de sangre al país. Vaya cuan errados estamos, queremos la paz con la guerra. Con más armas, bombas, asesinatos, odio y venganza, probablemente, el patriota diría dichoso:
¡Vamos bien Colombia!
@andresolarte
#DESPIERTACOLOMBIA.
