Uno de los puntos clave de la Reforma Pensional que está en curso en el Congreso de la República es el umbral de cotización impulsado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, el cual cambiaría las condiciones para estar afiliado a uno y otro fondo de pensiones y terminaría con una llegada masiva de usuarios a Colpensiones, la empresa del Estado.
Esto, a priori, representaría una muy buena noticia para la entidad que, según estimaciones, pasaría de tener cerca de 7 millones de afiliados a 24 millones, es decir, más del triple. Sin embargo, hay dos cuestiones con las que no contaba su presidente Jaime Dussán, un líder sindical de vieja data ligado principalmente a la Federación Colombiana de Educadores (Fecode).
La primera es que se decidió que no va a ser Colpensiones quienes administren los fondos, puesto que se decidió que esa responsabilidad va a recaer sobre el Banco de la República. La segunda, es que la entidad no estaría preparada para asumir el incremento masivo de usuarios que se espera, tal como expresaron los sindicatos entre los que se encuentra Sintracolpen, quien están preocupados por la situación y podrían ir a huelga.
Ellos, aunque insisten en que respaldan la Reforma Pensional, aseguran que el personal de Colpensiones tendría que, por lo menos, duplicarse para que sea viable lo que se pretende. Además, critican la presunta salida de trabajadores sin justa causa, falencias en los procesos de selección de la entidad y reclaman la implementación de teletrabajo.
En el Mintrabajo también están descontentos los empleados
El Ministerio de Trabajo en cabeza de Gloria Inés Ramírez, quien al igual que Dussán le ha dedicado su vida al sindicalismo desde Fecode, pero también desde Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), completa trece días en paro declarado por sus trabajadores, quienes aseguran que no les han cumplido acuerdos como nivelación salarial, bonificaciones y teletrabajo. La situación no parece cercana a solucionarse.
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