Cuando la llamada ‘Ola Verde’ en el año 2010 tuvo al exalcalde Antanas Mockus y al actual gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, en la cresta de las encuestas y en la popularidad de las preferencias electorales en la campaña Presidencial de aquellos días; el venezolano J.J. Rendón, estructuraba la campaña color naranja junto a una invasión de mensajes en radio y televisión acompañados de un estribillo que decía: “más trabajo, mejor pagado”.
En el último mes de aquella entretenida campaña, J.J. Rendón -cuyo nombre de pila es Juan José Rendón Delgado (Caracas, 1964)-, se encargó de enlodar las francas y atractivas propuestas de los verdes con un tsunami de propaganda negra donde Uribe, Santos y compañía se atravesaron hasta con la jugada más rastrera de dicha competencia política: poner en entredicho la salud física y psíquica del filósofo Antanas Mockus.
Los planes oscuros de Rendón salieron adelante, la ‘Ola Verde’ se aguó en un aguacero en la Plaza de Bolívar, donde Mockus cantaba “A mí no me pagaron, yo vine porque quise”, mientras que en la campaña de al frente si pagaban, incluso, hasta por seguidores falsos en las redes sociales para alcanzar los números virtuales que daban por ganador a Antanas y Fajardo. Los resultados de la campaña negra de Rendón se vieron reflejados el día ‘D’, en las urnas: Santos sacó más de nueve millones de votos y Mockus apenas si logró tres.
No es casual que para la reelección de Juan Manuel Santos, este le tuviera ya un contrato fijo a J.J. Rendón después de la supuesta gran estrategia mediática y no tan diáfana que le montó hace cuatro años. El Partido de La U, desde hace varios meses no lo pensó dos veces y se hizo de nuevo a los servicios del venezolano, tanto para asesorar a algunos candidatos al Congreso, como su objetivo mayor, la asesoría a su candidato Presidente.
Pero todo no ha sido color paloma. La paz dentro de la campaña se ha visto afectada por haber aceptado trabajar bajo la batuta de Rendón a control remoto. Resulta que el estratega todo lo hace desde Miami. Los encuentros con el líder conceptual de la propaganda política se hace vía teleconferencias, en una casa del barrio Quita Camacho de Bogotá, donde los publicistas de planta de la agencia Sancho BBDO, deben seguir sus sugerencias que, con su tono y su presencia siempre oscura por la manera de vestirse, se convierten en ordenes infranqueables.
Gente del ala externa de comunicaciones no ha visto con buenos ojos esta extraña dinámica de trabajo, donde se están jugando el máximo poder político del país. Por ejemplo, algunos asesores creen que aquel concepto de los tres pájaros unidos por la paz, representados con los colores rojo, azul, naranja, verde limón y verde oscuro, no ha funcionado.
Por cierto, en la mañana de este lunes se presentó un nuevo ‘encontrón’ entre las cabezas de la reelección. De nuevo la discusión fue el por qué no estaba de cuerpo presente y poniéndole el pecho a la campaña, el venezolano JJ Rendón. Allí fue notoria la conformación de dos bandos. El primero encabezado por Robeto Prieto, gerente de la campaña, quien asegura que el impacto publicitario no va por muy buen camino. Y en la otra esquina, los que creen que todo va mejorando tanto en las encuestas como en la percepción de las personas de a pie y de los estratos menos favorecidos que son quienes finalmente eligen.
La pregunta que muchos se hacen, entonces, es: ¿por qué Rendón no volvió a pisar suelo colombiano, si tiene bastante trabajo y exageradamente bien pago? Todo indica que el polémico y controvertido publicista, tiene miedo que en cualquier aeropuerto se le haga efectiva una orden de captura que el gobierno venezolano expidió hasta en la Interpol. A Rendón se le acusa de haber agredido a la esposa de otro publicista del vecino país.
La Fiscalía de Venezuela asegura que la petición realizada a Interpol, se hizo de acuerdo con lo previsto en la Constitución de ese país y con base en los movimientos migratorios de Rendón Delgado, quien no ha regresado a su país natal desde el 8 de noviembre de 2006.
Aunque no se conocen detalles sobre la mujer a la que supuestamente habría agredido Rendón, una solicitud de aprehensión en el Tribunal de Caracas existe desde hace casi ya ocho años.
Pero a Rendón nada lo detiene. Una persona que conoce los intríngulis de la política bogotana que apoya a Santos en su reelección presidencial, asegura que el gobierno de los Estados Unidos le brindó una suerte de asilo político para que pueda salir sin problemas de ese país.
Rendón ha dicho varias veces a medios internacionales que no le debe nada a la justicia venezolana, pero lo fáctico es que su trabajo lo sigue haciendo en su lujoso apartamento en Miami, rodeado de cuadros orientales y figuras de varios samurái, mientras en la Fundación Buen Gobierno tiemblan las ventanas cada vez que ven bajar puntos a Santos en las encuestas y empoderarse a sus cinco adversarios que tal vez se unan tácitamente para derrotarlo.