Lo que menos está en juego en las elecciones presidenciales de 2018 es una idea de “ideología” eurocentrista acomodada, lo que realmente está en juego es la gran responsabilidad de encausar a la sociedad colombiana en un verdadero proyecto de país, en el cual nos encontremos en la diferencia, y en el cual seamos capaces de construir y concertar el modelo de sociedad que le dejaremos a nuestros hijos y nietos.
Este gran proyecto de país, desde luego no es responsabilidad única y exclusiva de quienes hoy aspiran a llegar al Palacio de Nariño, sino que también es responsabilidad de usted como ciudadano. Por esta razón este escrito tiene como objetivo generar una voz de reflexión en quienes no van a ser candidatos, sino en quienes van a sufrir sus decisiones políticas, sociales, económicas y culturales en el futuro cercano, es decir a partir de agosto de 2018.
Y es que siempre atacamos y denigramos de quienes se desempeñan en los cargos de elección popular y no reconocemos nuestras culpas por haberlos puesto en ese lugar.
Así que esta es una muy humilde invitación a creer, a creer en usted mismo, a que crea que la solución a las dificultades de su entorno las tiene usted, no el político de turno.
Sería interesante ver que cuando los candidatos lleguen a la plaza pública en cualquier lugar del país, antes de hacer sus intervenciones, primero escucharan los problemas y las soluciones que plantean los ciudadanos, quienes viven y sobreviven en los territorios, no las soluciones planteadas desde la teoría de las políticas públicas en el centro o norte de Bogota, desde donde se desconoce por ejemplo que en Medellín y Bogotá las dos ciudades mas importantes del país, y que tienen las empresas de servicios públicos mas grandes de Colombia, aun existen miles de familias sin acceso a los servicios básicos domiciliarios, o por ejemplo las realidades de municipios como Bagadó y San José del Palmar en el Chocó, o Ragonvalia en Norte de Santander, por citar solo unos que tal vez usted no ha escuchado.
Y esas problemáticas que en realidad son fundamentales, quienes las conocen son ustedes los ciudadanos, el constituyente primario, quien elige y quien decide quien será el próximo mandatario nacional.
Por eso esta es una mera invitación a la organización ciudadana a establecer sus prioridades, plantear sus propios programas de gobierno y a exigir que los candidatos los asuman y quien gane las elecciones lo convierta en su plan de desarrollo. Estos procesos los pueden liderar las universidades, los colectivos ciudadanos, los grupos de mujeres, los grupos de la tercera edad, los indígenas, los afro, los campesinos...Quien se sienta ciudadano responsable...
Es fundamental un diálogo franco y sincero de la ciudadanía, es fundamental una construcción colectiva por Colombia, no puede ser posible que solo desde el Ministerio de trabajo se planteen las soluciones para el empleo informal, cuando sus funcionarios jamas han vivido con un medio salario mínimo, no puede ser posible que solo desde el Ministerio de Agricultura se piense en el campo colombiano, cuando sus funcionarios jamas han sembrado un tomate, esas soluciones también deben llegar de quienes han sobrevivido estas realidades, y es un deber ciudadano no solo plantear los problemas sino aportar soluciones, los gobiernos son fuertes, si sus ciudadanos son comprometidos. Y la nueva etapa de Colombia será distinta si los ciudadanos se comprometen con el país.
Si queremos llegar lejos, es más fácil si llegamos juntos.
Finalmente, respecto a la masiva participación de los grupos significativos por firmas, solo escribo que sería interesante ver a más ciudadanos en las calles construyendo, concertando y creando soluciones, que ver en las calles borregos pidiendo firmas por unos personajes que ni siquiera sabemos qué piensan, ni del ventero ambulante, ni del espacio público, ni del comercio informal, ni de los recursos minero energéticos y mucho menos de la corrupción.
Así que cada vez que alguien se le acerque a pedir una firma para que el “susodicho” personaje pueda inscribir su candidatura, no se deje enredar ni por las izquierdas radicales, ni por los socialistas subversivos, ni por los centros democráticos, ni por las derechas paramilitares. Disponga de tres minutos de su tiempo, escuche con atención planteamientos y decida si usted sera cómplice o no de que algún personaje sea candidato presidencial, y tal vez su próximo presidente.
Posdata: No me imagino al uribismo recogiendo firmas, pero tal vez una de las respuestas de quien estuviese recogiendo firmas al ser interrogado por un ciudadano sobre el candidato sería: “Estas firmas son para avalar el que dijo Uribe”.