Javier Milei el político que ganó las primarias Argentina, ya se perfila como el próximo presidente de ese país. Este señor es marcadamente de la derecha radical, admirador de Trump y Bolsonaro y con propuestas extremas ilógicas y muy difíciles de realizar.
Para entender por qué estos personajes ó movimientos de la derecha ó de la izquierda radical llegan al poder, haciendo propuestas extremas y poco sensatas, tenemos que utilizar, como siempre la historia, para poder entender esta situación.
Recordemos que lo que se denomina izquierda, apareció durante la revolución Francesa en 1789, que era el ala más radical de los revolucionarios. En el momento de la revolución llevaban cientos de años en el poder el rey y la nobleza, el sector minoritario de la sociedad, propietario de todas la riquezas y el poder y un sector mayoritario conformado por las clases populares, que vivían em medio de una absoluta pobreza y desigualdad.
Muchos años más tarde, en 1917, se produjo la revolución de octubre en Rusia, dirigida por Lenin y su partido Bolchevique de izquierda radical. La familia Romanov llevaba gobernando a Rusia 304 años e igual que en la época de la revolución Francesa, la familia zarista y la nobleza detentaban un poder absoluto y eran dueños de todas las riquezas del país, en medio de la gran mayoría de las clases populares sumidas en la pobreza y las penurias, especialmente el campesinado.
En América Latina, en 1959 se produjo la revolución Cubana, liderada por Fidel Castro en contra de la dictadura militar de Fulgencio Batista y con el apoyo de gran parte del pueblo que vivía en condiciones muy precarias. Una vez en el poder Castro se declaró comunista y un gran aliado de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Con este régimen la situación de los Cubanos, mejoró algo, especialmente en la salud, pero hay pobreza generalizada y la población tiene muchas carencias.
En 1979 en Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, de extrema izquierda derroca la dictadura sangrienta de Anastasio Somoza, que gobernaba a Nicaragua, como si fuera una finca de su propiedad. Con los años y el liderazgo de Daniel Ortega, Nicaragua se ha convertido en una dictadura, recordando lo peores tiempos de Somoza.
En 1999 en Venezuela subió a la presidencia Hugo Chávez, éste fue elegido en elecciones por una mayoría de Venezolanos cansados de las promesas siempre incumplidas de las élites Venezolanas y su situación de desigualdad y pobreza, al igual que en la mayoría de los países de América Latina. Chávez una ves en la presidencia comenzó a demostrar su ideología de izquierda radical y en el momento con Maduro, los Venezolanos son aún más pobres que antes de Chávez y millones han tenido que emigrar a otros países buscando mejor vida y mejores oportunidades.
Bueno y ¿qué pasa con la derecha radical en América Latina? Comencemos diciendo que desde la independencia de nuestros países, éstos han sido gobernados por las élites herederas de los criollos descendientes de los Españoles y que los indicadores sociales y económicos son de los peores del mundo en cuanto a desigualdad, pobreza, subdesarrollo, corrupción, violencia, etc. Estos gobernantes, en su inmensa mayoría pertenecen a la derecha del espectro político, pero las cosas aún pueden empeorar si un personaje de la derecha radical llega al poder.
En Brasil después de más de 100 años de ser gobernado por las élites, en 2003 llegó al poder un representante de la izquierda moderada Luiz Inácio Lula Da Silva, gobernó hasta 2011, mejorando los indicadores económicos y sociales de los Brasileños especialmente en la pobreza y disminución de la desigualdad. En el 2011 lo reemplazó Dilma Rousseff, de su misma corriente e ideología política. Rousseff continuó con la misma política de Lula Da Silva hasta el año 2016, en el que fue destituida acusada del maquillaje de las cuentas fiscales y de la firma de decretos económicos sin aprobación del congreso. En el año 2022, Rousseff fue exonerada de todos los cargos. En 2023 Lula Da Silva subió por segunda vez a la presidencia.
En Brasil en el año 2019 sube a la presidencia Jair Bolsonaro, hasta enero de 2023, es un exmilitar de ideología de la derecha radical, admirador de Trump y no pertenece a la élites tradicionales Brasileñas. Después de su mandato de nuevo los indicadores sociales y económicos volvieron a empeorar, no le interesó la defensa de la Amazonía y tuvo un pésimo manejo de la pandemia del COVID.
Finalmente veamos muy brevemente a la Argentina, país muy rico pero muy mal gobernado, tanto por la derecha, como por la izquierda moderadas. En el momento en Argentina hay también mucha pobreza, desigualdad y desempleo, corrupción, los males crónicos de todos nuestros países. Los Argentinos al igual que en casi todos los países de América Latina están muy cansados y desesperados que uno u otro gobierno no solucione ó al menos inicie seriamente a solucionar sus problemas crónicos.
La derecha tradicional (moderada), sabemos que nunca los va a solucionar, en el mejor de los casos trata de que no empeoren, pero los problemas siempre empeoran y la izquierda moderada puesto que son problemas crónicos, que vienen de muchos años, quiere o cree que los puede solucionar en un corto plazo y esto la lleva a cometer errores, pues debe concertar e iniciar los cambios de fondo, que no se hacen de la noche a la mañana.
Respondiendo a la pregunta inicial del artículo Izquierda y derecha radicales: ¿quiénes los promueven? valiéndonos de la historia, la respuesta concluyente es: son las élites gobernantes, que ya sea por su indiferencia, insensibilidad, ideología ó incapacidad, promueven, así sea involuntariamente, que personajes ó movimientos de estas nefastas ideologías lleguen al poder.
Este es el panorama de nuestros países en América Latina. La mayoría de las personas ya no creen ni confían en que las élites tradicionales van a solucionar los graves problemas en que viven y los pocos gobiernos de la izquierda moderada, aunque logran algunos cambios, como en Brasil, no es suficiente para conseguir cambios de fondo, que transformen la sociedad excluyente, desde la independencia, en una sociedad incluyente, donde la mayoría tengan las mismas oportunidades, el capitalismo pase de ser raquítico y subdesarrollado a un capitalismo desarrollado, donde se disminuya radicalmente la pobreza, el desempleo, la corrupción y la violencia. Finalmente, el gran peligro latente, es que en cualquier momento la gente desesperada y aburrida con la “eterna mala situación” y las promesas no cumplidas de gobierno tras gobierno, elija a estos personajes ó movimientos de la derecha ó izquierda radicales, que lleven nuestros países a situaciones peores, que las que ya tenemos.