Nuestras realidades
El más grande de los problemas de la comunidad colombiana en el exterior es el total desconocimiento de nuestro colectivo en todas las instancias nacionales.
Ni en el legislativo, ni en el ejecutivo, ni en el judicial reconocen al migrante colombiano como persona, como sujeto político o como sujeto de derecho. No digamos ya en empresas del Estado, donde todo esfuerzo hacia los colombianos en el exterior ha sido llamado a ser un fracaso, rotundo y permanentes. Desde el programa Colombia nos une, el programa del Fondo Nacional el Ahorro para acceder a vivienda y hasta el programa de retorno voluntario del Sena con la Fundación Incyde de España, que ha sido determinado como uno de los desfalcos más grandes hechos a esta institución, no ha habido un esfuerzo que sea coherente, veraz y práctico hacia una comunidad que viene aportando y nunca ha recibido absolutamente nada.
No digamos ya del tejido empresarial, el sector social y los medios de comunicación. El colombiano en el exterior solo es noticia cuando hay temas de tráfico de drogas, asesinatos, trata de blancas o algún delito conexo. Las empresas colombianas vienen, se dan una vueltica y pretenden ganar ingentes cantidades de dinero sin invertir siquiera en pagar a una persona para coordinar actividades de representación o gestión de empresa.
Para los medios de comunicación, los colombianos en el exterior hemos sido los parias, el lumpen social que sale del país por no aguantar tanta injusticia, falta de oportunidades y, ante todo, un modo de vida indigno, sin justicia social. Prueba de ello, las apreciaciones de Julio Sánchez Cristo en las anteriores elecciones, donde afirmó que el representante a la Cámara por los colombianos en el exterior es una representación burocrática y poco más.
La esperanza que se asoma.
Iván Marulanda se lanza a una precandidatura presidencial, como uno de los pocos políticos que ha creído en la comunidad colombiana en el exterior y que conoce en primera persona las realidades económicas, políticas y sociales de este colectivo. Su experiencia y sensibilidad social, aunada a su vida como migrante, dan fe de que conoce el día a día de los trabajadores colombianos en el exterior.
Desde el año 2018, Marulanda ha estado preocupado para hacer más visible este colectivo. Apoyó de manera irrestricta el evento Diáspora Colombiana 2018, que fue creado y gestionado desde Barcelona, con el apoyo de la Dirección de Migración de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona. Resultado de esto entre otras gestiones, fue la creación del Frente Común por la Comunidad Colombiana en el Exterior y la Mesa Interparlamentaria por la Comunidad Colombiana en el exterior.
Junto a su UTL (Unidad Técnica Legislativa), y la de la senadora Angélica Lozano Correa, estuvo apoyando la creación de proyectos para mejorar la participación democrática de la comunidad colombiana en el exterior, decantándose por suscribir el proyecto que en Comisión 1ª Constitucional lideran actualmente los senadores Angélica Lozano Correa y Luis Fernando Velasco Chávez como ponentes principales, y parte activa de la Mesa interparlamentaria por los colombianos en el exterior, junto al mismo Marulanda, como Jorge Enrique Robledo y Gustavo Bolívar.
Ver: Proyecto de acto legislativo no. 16 de 2020 - Senado
Todo con el ejemplo
Iván Marulanda es esa persona llamada a ser el líder que necesita Colombia para hacer una transición tranquila de un estado de conmoción interior permanente, como lo ha sido en los últimos 20 años de uribismo, a un Estado social de derecho en paz; buscando un respaldo unánime de diversas corrientes políticas sin sectarismo alguno y una convergencia amplia y democrática, que crea que una Colombia con justicia social es posible y en la creación de una agenda de construcción colectiva (que incluya temas trascendentales para la nación como un nuevo estatuto tributario progresivo, una reforma tributaria coherente frente a temas como la salud, la educación el medio ambiente y la sostenibilidad agroindustrial; eso sin olvidar la reforma agraria junto a la ley de tierras que necesita el país).
El retorno de su migración con dignidad, después de saber que hay más de cien mil colombianos en estado irregular en España y el reconocimiento del hecho migratorio colombiano, como la base para registrar que Colombia fue un país expulsor de personas.
Una concepción de hacer y ver la política de aquellos que creyeron que esta Colombia era posible desde cada una de sus ópticas, como Luis Carlos Galán Sarmiento, Carlos Pizarro Leongomez, Bernardo Jaramillo Ossa y el mismo Jaime Pardo Leal; defensores de la industria nacional, la generación de empleo con calidad, del campesino colombiano, entre muchos otros.
Estamos ad portas de tomar esta decisión trascendental. Hay que ver a Colombia desde el exterior como un lugar, un país que tiene futuro. Para ello hay que apoyar alternativas diferentes de gobierno. Llega Iván Marulanda, economista y político transparente, que es una opción para ser tenido en cuenta como ese eje articulador de una plataforma de construcción colectiva, una visión desde la convergencia democrática que lleve a Colombia en los próximos 20 años a ser un país líder en el contexto iberoamericano.
Fuerzas oscuras no le dieron la oportunidad a Luis Carlos Galán Sarmiento de dar un giro a este país. Démosle la oportunidad a Iván Marulanda para liderar los cambios y las promesas incumplidas de Colombia. Está en nuestras manos.