Para el año 2015, las Farc era una guerrilla replegada en lo profundo de la selva, con más bajas que ingresos, con problemas financieros graves, y derrotada en el campo de las comunicaciones. Muchos frentes enteros, como los de Cundinamarca, fueron exterminados y otros sufrían procesos de descomposición política, como el frente primero que entregó por dinero a los norteamericanos retenidos sepultando las esperanzas de la liberación de los presos políticos mediante el intercambio humanitario.
Durante el Plan Colombia, Plan Patriota y el Plan Consolidación la guerrilla resistió militarmente en el área del Bloque Oriental, el Bloque Sur y el Bocac, así como el Bloque Magdalena Medio. Fue en el Bloque Caribe, comandado por Iván Márquez, donde la guerrilla perdió estratégicamente con el Estado importantes territorios como la Sierra Nevada. Martín Caballero dio su vida heroicamente en los Montes de María sin el apoyo necesario de una dirección del bloque que se encontraba replegada al otro lado de la frontera. No combatían, no hacían finanzas y su trabajo de masas era mediocre, eso lo sabe la guerrillerada.
La genialidad y visión política de Alfonso Cano mediante una estrategia político-militar condujo a la guerrilla de las Farc en pocos años a alcanzar importantes logros en el campo militar mediante la reedición de la guerra de guerrillas móviles y las operaciones con comandos de fuerza especial. Con ofensivas militares coordinadas de escala nacional y acciones políticas como el cese al fuego unilateral la guerrilla llegó fuerte y digna a la mesa de negociación. El paro agrario del 2013 selló finalmente desde los movimientos sociales la consolidación de un proceso de paz que aunque imperfecto ofrecía una salida digna a la guerrilla y una posibilidad para el bloque popular, pues le permitía implementar nuevas formas de lucha para derrotar políticamente a la derecha aliada del paramilitarismo.
Fue Iván Márquez quien lideró la negociación por parte de la insurgencia en el proceso de paz de La Habana, luego de haber fracasado militarmente, además convenció al país y a la base guerrillera sobre la necesidad de avanzar en la firma del acuerdo. Fue Iván Márquez quien bajó con la muchachada del Perijá al plan para concertarse en los ETCR y fue él mismo quien también lideró el proceso de dejación de armas. Iván Márquez hizo campaña por el partido Farc y en Florencia sufrió un revés político con el saboteo a su campaña por parte de la derecha. Se asustó y no pudo visionar que con sus capacidades políticas podría haber liderado desde el Congreso la derrota política definitiva de la derecha Colombiana.
Iván Márquez no le ha explicado al país ni a la guerrillerada su responsabilidad en el caso de Marlon Marín. Este personaje recomendado por Márquez no solo era el líder de la corruptela con los recursos de la base guerrillera sino que además era agente del gobierno americano y se relacionaba con los cárteles de la droga mexicanos. El recomendado de Márquez terminó entrampando a Santrich y al Paisa, quien lideraba el más exitoso proceso de reincorporación. En vez de dar la lucha política por la defensa de la paz para el pueblo colombiano y haber dado el debate al interior del partido para tomar una decisión colectiva, Márquez se fue a la selva desde donde pretende decir que es mejor volver a la lucha armada y que tiene un plan y la esperanza de vencer.
Iván Márquez no va a pelear esta guerra, por eso en el vídeo no carga fusil. Ni qué decir de Santrich. En el nombre de Bolívar y de Manuel pretende Iván emprender una aventura que el pueblo rechaza, pues este último entiende la necesidad de derrotar políticamente a una oligarquía que se siente cómoda en la guerra. Debe saber Colombia que quienes aplauden a Márquez no van a pelear tampoco esta guerra. Los intelectuales y los que desde su zona de confort en la ciudades piden el regreso de la lucha armada le fallaron a la guerrilla y le fallarán a la "nueva guerrilla". No puede Iván Márquez decir que es el jefe de la disidencia porque todos no lo reconocen como tal, no puede Iván Márquez hablar a nombre del pueblo colombiano porque constantemente lo ha defraudado.