Este fragmento, que a continuación adjunto, es un ejemplo concreto de cómo desde el gobierno de Iván Duque y la alianza de derecha que lo acompaña se construye la historia oficial:
De hecho, Darío Acevedo, historiador de la Universidad Nacional Medellín, candidato a ocupar la dirección del Centro Nacional de la Memoria y rechazado para ese cargo por las víctimas, defensores de derechos humanos e intelectuales como por ser un revisionista de la historia, niega que en Colombia exista un conflicto armado, sosteniendo la tesis de Álvaro Uribe (2002-2010) de que aquí no ha existido conflicto armado sino un ataque de terrorista contra el Estado.
Si hacemos memoria, la tesis de AUV tomó mucha fuerza precisamente luego de que G. Bush Jr., tras el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, declaró la cruzada mundial contra el terrorismo y los Estados que lo apoyaban, la llamada "guerra infinita". Es decir, Uribe se apropió de esa estrategia y con base en ella es que construyó toda su política de "Seguridad Democrática", dio apoyo a las Convivir, matrices del paramilitarismo actual, la política de cooperantes del Estado, elementos centrales del Plan Colombia que ayudaría a contrarrestar la ofensiva de unas guerrillas que entre los 90 y el 2000 tenían en aprietos al Estado, sobre todo en el sur del país. Al negar el carácter político y beligerante de las guerrillas y simplemente considerarlos grupos terroristas cerraba cualquier posibilidad de diálogo y acuerdos de paz.
Precisamente esa tesis fue la que Juan Manuel Santos negó, cuando reconoció el 2012 que existía conflicto armado en Colombia desde hacía décadas y que las guerrillas eran un actor político en armas. A partir de allí lo declararon traidor en las toldas del uribismo, pero sin duda fue eso lo que le posibilitó establecer una mesa de diálogos con las ex-Farc, acuerdos que siguen estancados y con poco avance, y que con Duque y la alianza de gobierno que lo eligió va a ser más difícil que cumplan, lo vemos en las decisiones que viene tomando como en el caso del ELN. Por eso quieren reversarnos a la tesis de que aquí no ha habido conflicto armado interno, negando de un plumazo la historia de conflicto armado interno, los últimos 70 años, tras el magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán que lanzó al país a una vorágine que aún no termina.