Para empezar quisiera resaltar que este artículo realizará un análisis del perfil y las propuestas del actual candidato a la presidencia Iván Duque, donde se revisará qué tan viables y realizables son de llegar a ser presidente del país en esta segunda vuelta electoral. Además, cabe anotar que no hay forma posible de predecir un posible mandato del candidato a partir de su gestión pública, pues es prácticamente nula, así que el método empleado para este análisis será la revisión y contraste de las ideas del aspirante Duque.
Iniciemos hablando del perfil del candidato: Iván Duque es abogado con estudios en Estados Unidos (que han sido cuestionados al comprobarse que hizo pasar un entrenamiento de 5 días como una especialización en la Universidad de Harvard). Su trayectoria laboral arrancó en el Ministerio de Hacienda, posteriormente estuvo en el Banco Interamericano de Desarrollo y luego fue investigador en una fundación patrocinada por Juan Manuel Santos, quien además lo recomendó para sus dos primeros trabajos aquí mencionados. Esta información fue revelada por Ramiro Bejarano, abogado y profesor de la Universidad Externado de Colombia, quien hizo pública la hoja de vida del candidato Iván Duque.
Así mismo, ha sido notable cómo ha tratado y logrado desmarcarse de su pasado, especialmente de quien en su momento fue su mentor, para recibir el apoyo del expresidente Álvaro Uribe Vélez en su carrera para llegar al Palacio de Nariño. Dado lo anterior, se plantea el siguiente escenario en reconocimiento de su perfil político: ¿Es Iván Duque un candidato coherente o es igual de camaleónico a los líderes de la política tradicional? Al parecer la coherencia no es uno de los atributos ni de su campaña ni de él mismo:
Ha recibido apoyos (cuestionables) en su candidatura, adhiriendo a personajes de la política tradicional como Andrés Pastrana, César Gaviria, Viviane Morales e inclusive del partido Cambio Radical, en cabeza de Germán Vargas Lleras. Lo curioso es que estos personajes se han caracterizado por ser opositores de Álvaro Uribe Vélez, quien es ahora su escudero político y están más cercanos que nunca. ¿Coherencia o simple política dinámica?
En ningún momento el candidato ha agradecido públicamente a quien fuera la persona que ayudó a su desarrollo profesional y laboral: Juan Manuel Santos. La ingratitud muestra en parte la falta de coherencia en las relaciones personales y/o la conveniencia a la que acude dependiendo de su contexto político.
Su incoherencia es reiterativa al observar que una de sus mayores críticas a su contendiente Gustavo Petro hace unos años fue que gobernara solo con su experiencia legislativa y con ninguna ejecutiva, situación en la que se encuentra él mismo, hoy, como aspirante a la presidencia.
Respecto a su discurso de campaña analizaremos su propuesta económica, de justicia, minería y energías limpias, seguridad y el proceso de paz:
En materia de economía
En materia económica su propuesta base es la creación de empleo a partir de la reducción de los impuestos que pagan las empresas. Esto podría ser un mundo ideal y alejado de la realidad, y la explicación es simple: en Colombia se ha comprobado que al reducir impuestos no se crean necesariamente más empleos, de acuerdo con el estudio realizado por la Universidad Externado de Colombia en el año 2013.
Además, con menores impuestos no se podrían financiar los compromisos de gasto público ya adquiridos por la nación. Y de acuerdo a Salomón Kalmanovitz, en un eventual gobierno de Duque la regla fiscal no se seguiría y existiría un grave vacío en recaudación, ya que el candidato en ningún momento ha sugerido nuevas técnicas para alimentar las arcas de la nación, entonces ¿qué se debe hacer? Kalmanovitz deja las siguientes inquietudes: ¿tumbará el gasto público y/o aumentará el déficit del gobierno?, ¿se endeudará más a tasas de interés prohibitivas?, ¿debilitará la capacidad estatal y su provisión de bienes públicos? La respuesta aún es un enigma.
En materia de justicia
Iván Duque propone crear una super corte, unificando las ya existentes. La forma en la que vende su idea es que de esta manera se eliminarían los sueldos que se pagan a los magistrados y al tener un grupo más reducido poder ejercer un mayor control sobre ellos, pero ¿esto sería posible en Colombia? Al parecer no.
Al unificar las cortes se eliminaría la Corte Suprema de Justicia, que es la encargada de atender los temas de tutelas, este es el recurso más valioso logrado con la constitución del año 1991, los colombianos lo utilizan para hacer valer sus derechos constitucionales. Al no haber Corte Constitucional se crea un dilema de existencia con este recurso y eso haría que retrocediéramos a una constitución similar a la del año 1886.
Otro tema bastante polémico es la eliminación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), lo cual deja en el aire qué sucedería con el posconflicto y sus involucrados. ¿Hay que juzgar y meter todos los procesos de los involucrados en el conflicto a la justicia ordinaria?, ¿se debe entorpecer y volver lento ese proceso? Sería una pérdida de tiempo y de recursos hacerlo, además de que nos guste o no la JEP sería el único recurso para que se sepa toda la verdad y el proceso de restauración sea transparente para las víctimas del conflicto.
Sumado a esto crear una super corte entorpece y vuelve lentos los procesos ya que no existiría especialidad en cada una de las cortes. Los jueces se volverían promiscuos ya que atenderían todo tipo de requerimientos atentando contra la eficiencia del sistema judicial.
Minería y energías limpias
¿Minería responsable? En plaza pública, el candidato por el Centro Democrático ha manifestado el continuar con las prácticas tradicionales de extracción de recursos mineros, pero que en su gobierno se haría de manera responsable. ¿Cómo es ser responsable? Simplemente su discurso lo hace de manera tal que pueda suavizar el efecto dañino que trae consigo por ejemplo el fracking, con lo cual no ha presentado una postura que estuviese en contra sino todo lo contrario, seguir alimentando y promoviendo esta práctica tan cruel con el medio ambiente.
Seguir condenando al país a exportar bienes de tipo mineros y commodities no genera crecimiento económico de largo plazo y menos creación de empleo teniendo en cuenta que la explotación de estos recursos es intensiva es en capital y no en mano de obra.
No hay tampoco una propuesta seria para migrar al uso de energías limpias, simplemente pareciera una propuesta que suena bonita pero que carece de fundamento ni plan de acción, ya que no plantea cómo trabajar de manera conjunta con gobiernos regionales y municipales.
En materia de seguridad y lucha contra las drogas
Para combatir el narcotráfico Duque propone prohibir la dosis mínima, esto es una solución simple para un problema complejo. De acuerdo a Ethan Nadelmann prohibir su uso simplemente aumenta el consumo de psicoactivos, por tanto pretender que el problema del consumo de drogas se acaba con multas y sanciones a los consumidores es ineficiente ya que eso no elimina el problema de raíz.
Sin embargo el candidato propone volver a atrás; ha manifestado su intensificación en la lucha contra el narcotráfico de la manera que se hizo en el gobierno Uribe, es decir, la erradicación de cultivos ilícitos a través de fumigación.
Como se demostró en el gobierno anterior alrededor del año 2015, esta política no tuvo los resultados esperados teniendo en cuenta que la fumigación tiene tres problemas principales: El primero que de acuerdo a la Organización Mundial de Salud el estar expuesto a los químicos con los que se fumiga existe el riesgo de contraer cáncer. Segundo, la fumigación también afecta los cultivos lícitos y vuelve infértil la tierra; además siempre se encuentran otros lugares donde se pueda sembrar. Esta propuesta poco novedosa nos condena a gastar recursos públicos ineficientemente.
En materia del proceso de paz
Este tema al parecer es el más sensible para la campaña del Centro Democrático. Se han mostrado como fieles opositores al acuerdo de paz y consideran que se le deben hacer cambios de tipo estructural ya que argumentan que el que esta no funciona. Mencionan constantemente que la paz no debería ser así y que hay una sensación de impunidad, en este contexto entonces la pregunta es: ¿se deben despilfarrar los recursos invertidos para la construcción del acuerdo de paz?, ¿es un deseo real o simplemente es un capricho para restarle méritos a la gestión de Santos?
Mientras se tienen respuestas a esas preguntas es claro que la idea de Duque en un eventual gobierno no será más que volver a la seguridad democrática del expresidente Uribe Vélez, seguir invirtiendo los recursos de la nación en gasto público armamentista y seguir polarizando un país que demostró con los avances del acuerdo en La Habana de querer vivir en ambientes de paz. Tendremos que esperar para conocer lo que sucede con la paz con Duque al mando.
Finalizado esta revisión de propuestas, solo quedaría cuestionar los dos posibles escándalos en los cuales el candidato estuvo envuelto en su periodo legislativo. El primero fue no promover los impuestos a las bebidas azucaradas, teniendo en cuenta esto la pregunta es: ¿podría recibir favores del gremio azucarero que ayudarán a su candidatura a la presidencia? Por otra parte, se le relaciona con Odebrecht en la campaña del excandidato Óscar Iván Zuluaga, tras coincidir en reuniones con la multinacional brasilera: ¿recibió también sobornos y está salpicado del escándalo de corrupción más grande de América Latina?
Para terminar, este análisis de propuestas y perfil nos da una idea de cómo sería un gobierno del Centro Democrático en cabeza de Iván Duque. El candidato tiene ideas bastante polémicas, con una tendencia a volver atrás, y propuestas que a pesar de ser viables son ineficientes. Además, el complacer caprichos personales, el despilfarro de recursos y llevarle la contraria a su sucesor, simplemente hacen pensar que definitivamente Iván Duque no es el que es.
Recursos:
Articulo Universidad Externado de Colombia
