Que no se tomen las siguientes líneas que escribo como una diatriba hacia los futbolistas, para hacer una pequeña analogía de lo que sucede con una de las empresas más rentables del país.
Por ejemplo, el primer simil: ¿qué compatriota no dice que James Rodríguez no es el mejor 10 del mundo? Paradójicamente, ¿cuántos colombianos sabemos que Isagén es la segunda empresa generadora de energía en Colombia?
Ahora bien, ¿cuántos colombianos sabemos que Messi devenga un promedio de 42 millones de dólares y que sus ganancias netas en el 2014 fueron de 65 millones de dólares? Irónicamente, ¿cuántos cafeteros tenemos conocimiento de las cuantiosas utilidades que dejó Isagen en ese año ($ 436.582 millones)?
Hace un par de años, muchos nos enteramos que los derechos deportivos del gran 'Tigre' Falcao los querían adquirir Chelsea, Manchester y Arsenal, en contraposición, hoy día, ¿qué cantidad de nacionales tenemos conocimiento que a Isagén la haya comprado la empresa Brookfield Asset Management, de Canadá)?
Además, ¿qué chovinista no dice que los mejores jugadores del mundo están en Colombia, acrecentando el ego que padecemos los liberados por Bolívar, mas ignoramos que Isagén resguarda 23.000 hectáreas de bosques y 5 millones de metros cúbicos de agua, y que, por cierto, es hogar de más de 1.800 especies animales?
Así no sepamos de fútbol, es lógico saber que Cristiano Ronaldo no dejaría al Real Madrid para venirse a jugar al América de Cali. Haciendo una leve analogía, es ridículo vender un riñón (Isagén) para pavimentar vías 4G (en realidad es prestar el dinero a oferentes privados que harán las carreteras) para realizar un tratamiento de diálisis.
Vender Isagen a precio de huevo, como el Gobierno lo hizo, es en un parangón distante, decirle al mejor portero del mundo, Manuel Neuer, que Millonarios le pagará $ 5 millones mensuales para conseguir la estrella #15. ¡Totalmente estrambótico!
En fin, nos vendieron a Isagen. Se subastó a un solo postor. Sí, así es el negocio. Una subasta con un negociante, no más. Habrá que decirle hasta a la Rae que modifique el significado del término. Y bueno, como Isagen no es un jugador de fútbol, pues la vendieron. Al fin y al cabo la empresa no es farándula. ¡Isagén vale huevo, pues ella no juega al fútbol!
Por: Camilo Andrés Muñoz Torres
@Camuntor