El desconocimiento, consciente o inconsciente, de los motivos por los cuales surgió y se perpetuó el conflicto en colombia conlleva irresponsablemente a que se generen situaciones que permitan su resurgimiento.
La herramienta de estigmatización constante, con mentiras y verdades a medias, que de tanto repetir van calando en la opinión pública como verdades comunes no convienen a una sociedad que se plantea cerrar ciclos de violencia.
Por este motivo, los comentarios desacertados de representantes (ahora candidatos a la alcaldía) como Hoyos ante los medios de comunicación fomentando el rechazo de una parte considerable de la sociedad demuestran el poco grado de sensibilidad por una sociedad que intenta cerrar un conflicto que desangró el país por más de sesenta años.
No es exacerbando los odios en contra de las personas que se identifiquen con ideales de “izquierda” como se puede construir un país democrático. La diversidad de pensamiento político debe ser respetado, puesto que por encima de cualquier interés debe primar la vida humana. Y poner vidas en riesgo no es una manera responsable de ejercer la discusión política. Y las discusiones en dicho ámbito, el político, deben estar rodeadas de argumentos bien construidos, hechos y no solo interpretaciones.
Si hay una tarea pendiente que ha sido imposible, por la falta de voluntad política de los gobiernos de turno, es dar garantías ciudadanas de equidad y justicia. Tarea que personas de dudosa reputación atornillados en altos mandos de gobierno obstaculizan. Tarea sin la cual no va a ser posible un progreso social. Por lo tanto, señor Hoyos, atribuir a un solo sector el problema de la corrupción es a todas luces un desacierto.
Con esto en mente, señor Hoyos, sea responsable. Bienvenidas las opiniones diversas en política, pero la estigmatización y generación de odios no es el camino para la construcción de un país democrático. Adicional, no olvide que también se construyen “populismos” de derecha.