El propósito del Instituto para la Economía Social, IPES, en un año trascendental ante la posibilidad de un fin del conflicto armado en Colombia es consolidarse como instrumento para la construcción de la paz al facilitar la restitución de los derechos de las víctimas, brindando oportunidades laborales mediante el fortalecimiento de unidades productivas, generando estrategias de emprendimiento y formación.
El conflicto armado en el país –a la fecha- deja un saldo aterrador de víctimas y repararlas es el gran desafío, no sólo del gobierno sino de todos los que habitamos en el territorio nacional.
Es una tarea que pone a prueba a las instituciones que tienen a su cargo el tema y es un desafío para el gobierno, alcaldes, gobernadores, empresa privada, academia y ONG.
Según la Alta Consejería para Víctimas del Distrito Capital, Bogotá es la segunda ciudad del país con mayor recepción de población víctima del desplazamiento, producto de la confrontación armada. A la fecha, 617.033 victimas del conflicto armado están registradas en la ciudad de un total de 7.028.777 que hay en el país, según los Centros Dignificar.
Para 2015, el IPES proyecta apoyar a más de 1.000 unidades productivas conformadas por afrodescendientes, indígenas, adultos mayores y colectivos culturales, quienes recibirán recursos de fortalecimiento hasta por $10 millones y estrategias sostenibles de emprendimiento.
Las víctimas beneficiadas por el IPES han recibido formación, capacitación, acompañamiento y asistencia técnica para la creación o fortalecimiento de sus unidades productivas independientes y organizaciones que desarrollan actividades económicas relacionadas con alimentos, accesorios, música, artesanías, agricultura, lencería, confección, marroquinería, reciclaje, cultivo de flores, papelería, miscelánea, productos de belleza y sonido, entre otros.
Las víctimas del conflicto armado, y en general todos nuestros beneficiarios; tienen en el IPES un instrumento de paz y un canal de oportunidades de empleo, emprendimiento y formación.