Esta es la historia de cómo un grupo de investigadores colombianos han encontrado una nueva especie de murciélago en el país.
Gracias a una investigación que comenzó en el 2014, un tipo de murciélago que habita en Colombia y otros países de la región y que se consideraba una subespecie, ascendió a categoría de especie. Investigadores descubrieron que cuenta con características morfológicas y morfométricas distintas a las de su género. Se trata del Eptesicus miradorensis.
La nueva especie de murciélago se caracteriza por ser la más grande de su género, con una longitud en su antebrazo de 48 a 51 milímetros (las otras especies tienen medidas menores). Pese a ser considerado un animal poco carismático, la conservación del murciélago es vital para los ecosistemas al ser un consumidor de insectos, algunos de los cuales son plagas.
En el 2014, un grupo de ocho reconocidos investigadores colombianos (nombres al final de la nota), liderados por el biólogo y profesor Héctor Ramírez Chávez, decidieron unirse para analizar ejemplares de murciélagos conservados en diferentes colecciones biológicas, además de hacer nuevas colectas con el objetivo de continuar los estudios existentes sobre este grupo animal.
Para esto, usaron parte del material que reposa en la Colección de Mamíferos del Instituto Humboldt, el Museo de Historia Natural de América, el Museo Británico, la Universidad del Tolima, la Colección Entomológica de la Universidad de Antioquia, la Colección Nacional de Mamíferos de México y la Colección de Mamíferos de la Universidad Nacional; entre otros.
Los investigadores se enfocaron en el género Eptesicus, para el cual estaban descritas 11 especies en Sudamérica; poniendo especial énfasis en la especie Eptesicus fuscus o murciélago pardo (especie que, a su vez, estaba dividida en 10 subespecies). Allí, los científicos notaron que entre las subespecies del murciélago pardo existían varias diferencias.
“Empezamos a notar que entre las 10 subespecies del Eptesicus fuscus existía una alta variabilidad morfológica (estructura) y morfométrica (forma), es decir, que de unos individuos a otros se presentaban diferencias importantes en características como el tamaño y el color; lo que nos llevó a considerar que alguna subespecie podría tratarse de una especie” explica Elkin Noguera Urbano, investigador de la Gerencia de Información Científica del Instituto Humboldt, uno de los autores de la investigación.
De estas 10 subespecies, la Eptesicus fuscus miradorensis (la única que habita en el área continental de la región neotropical de Centro y Sudamérica), era la que presentaba mayor variabilidad (diferencias morfológicas y morfométricas); por lo que existía una alta probabilidad que se tratara de una especie y no de una subespecie.
Oficialmente ascendida
A partir de estas observaciones, se empezaron a revisar muestras genéticas, se tomaron medidas morfológicas y se evaluaron partes como el cráneo y la piel, comparándolas hasta con 14 medidas externas y craneales de ejemplares distribuidos a lo largo de América.
Dentro de las diferencias encontradas se determinó que la nueva especie de murciélago se destaca por ser la más grande de las que conforman el género, con una longitud de su antebrazo de 48 a 51 milímetros (los otras especies tienen medidas menores) y un cráneo con una longitud de 19 a 20 milímetros (cráneo robusto en comparación con las demás especies que tienen estructuras más pequeñas).
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Esta especie se distribuye en México, Colombia y Venezuela; pero también tiene poblaciones intermitentes en otros países de la región. Su presencia se asocia a zonas de alta montaña (más de mil metros de altura) y de bosque seco. En Colombia, se le puede encontrar en el Valle del Cauca, el macizo colombiano y el suroccidente del país.
Es así como, a partir de este resultado, la nueva especie de murciélago es la número 12 del género Eptesicus en Sudamérica y una nueva especie para Colombia. Este hallazgo quedó descrito en el estudio: “Sistemática, morfometría y distribución de Eptesicus fuscus miradorensis, con notas sobre morfología e historia natural”.
Murciélagos: cuando la belleza es lo de menos
Alrededor del mundo existen más de 1.400 especies de murciélagos y en Colombia alrededor de 200. Estos animales, que son considerados poco carismáticos debido a su estética y por ser comparados con los roedores; en realidad son vitales para los ecosistemas, por tanto, se debe velar por su protección.
“Sobre ellos, detalla el investigador del Humboldt, existe una leyenda urbana. Se dice que cuando los ratones mueren, les salen alas y se convierten en murciélagos y, luego, en vampiros. Esto ha llevado a que los murciélagos sean poco apreciados. Pero, lo cierto es que estos animales no forman parte del grupo de roedores (orden rodentia), sino que son del orden quiróptera, que se traduce como membranas en los dedos y tampoco representan un riesgo para las personas”.
También son muy estigmatizados por el consumo de sangre; pero, en Colombia, por ejemplo, solo tres especies la consumen de otros grandes mamíferos como las vacas; mientras los demás consumen insectos y frutas, lo que los convierte en controladores de plagas para los cultivos. Hay otros que toman la pulpa de la fruta y dejan caer la semilla, ayudando a sembrar el bosque; mientras que los demás toman néctar y miel y ayudan a polinizar.
“A esta especie hay que respetarla como a las demás. Los murciélagos no deben ser quemados, golpeados, ni maltratados. La recomendación para las personas que se topan con ellos (es común verlos en fincas o casas abandonadas) es llamar a las autoridades para que los retiren, sin afectarlos”, concluye Noguera.
Dato clave:
El grupo de investigadores estuvo conformado por: Héctor E. Ramírez Chaves, Mallerly Alarcón Cifuentes, Elkin A. Noguera Urbano, Pérez Weimar A., María M. Torres Martínez, Paula Andrea Ossa López, Fredy Arvey Rivera Páez y Darwin Manuel Morales Martínez.
*Con información del Instituto Humboldt