La caída de los precios se sintió como un campanazo en los buques petroleros en altamar. La orden en este tipo de situaciones es clara: anclar hasta que el crudo lo coticen más caro. El 21 de abril fue un día histórico porque, mientras Arabia Saudita empezaban una guerra cordial con Rusia, el barril caía por debajo de la frontera mínima de los 25 dólares y los océanos se llenaban de barcos quietos.
El fracaso de los acuerdos petroleros entre los árabes y mundo desencadenó una vieja práctica muy usada en tiempos de recesión y que en Estados Unidos se conoce como la estructura de contango. Grosso modo, esta consiste en encontrar almacenamiento lo suficientemente barato para vender más tarde con mejores precios. Durante la recesión del 2008, se calcula que los comerciantes mantuvieron más de 100 millones de barriles en el mar en una mezcla de operaciones de contango y apuestas para recuperar los precios.
Así pues, hoy, en plena pandemia, las costas del mundo se vuelven a llenar de barcos parqueados. Entre estos se encuentra el petrolero más grande del mundo bautizado “Europa”, que puede albergar autónomamente 3 millones de barriles y actualmente está flotando frente de las costas de Singapur.
Solo en las costas de California, alrededor de 36 petroleros de amplia capacidad, almacenan 20 millones de barriles de crudo que representa casi el total del consumo diario de combustible en Estados Unidos y solo el 20% del consumo diario del mundo. Todos estos barcos llevan flotando por 7 días sin ordenes distintas a esperar, rompiendo records de quietud en las bitácoras de la mayoría de estos.
VIDEO: US Coast Guard says it’s keeping an eye on 27 oil tankers anchored off the coast of Southern California. Another great example of floating storage build-up as demand for oil and refined products plunge | #OOTT #Contango video via @USCGLosAngeles pic.twitter.com/B7pjWIsdnp
— Javier Blas (@JavierBlas) April 24, 2020
Y es que el almacenamiento de crudo es un lujo cada vez más escaso a medida que un exceso de oferta choca con el colapso de la demanda de combustible. Una vez los tanqueros tradicionales se llenan, la orden es flotar en las costas más estratégicas hasta que el panorama económico sea más prometedor.