Una supuesta “Operación Gedeón” en Venezuela, que querían realizar unos aventureros, de pronto para echarle mano a Nicolás Maduro y cobrar la recompensa que ofrece el gobierno norteamericano, le ha servido a la camarilla comunista de ese país para meter alaridos en contra de EE.UU y Colombia.
Y el régimen venezolano exhibe como un triunfo lo ocurrido el domingo 3 de mayo, en donde un numero insignificante de aventureros que merodeaban por algunos sitios de esa nación, fueron “neutralizados”, lo cual es algo demasiado ridículo, pero lo utiliza el régimen para darse más importancia de la que tiene y, ocultar el estado de miseria en que se encuentra esa nación.
Luego hay que decir con toda claridad que una invasión a Venezuela es lo mismo que gastar pólvora en gallinazo, pues ninguna nación estaría dispuesta a semejante enhuesada, mucho menos USA, cuyo gobierno debe estar preparando la cuenta de cobro que le va a pasar al partido comunista chino, en su pleito por la propagación mundial del Covid-19, que se ha constituido en una calamidad sanitaria para toda la humanidad.
Con el virus que azota al planeta, ningún gobierno puede estar planeando intervenciones militares en otros países, pero el cipayo de Maduro, a quien el gobierno colombiano no le ha parado bolas con el montaje que pretendió hacer con la excongresista Aida Merlano, ni con las dos maquinas chinas que quería regalar para las pruebas del Covid-19, buscando el reconocimiento del Estado colombiano, se inventa lo de la invasión que según él fue desarticulado por el “escudo bolivariano”.
Por el Covid-19 no se puede ocultar la crisis humanitaria venezolana de los refugiados, que se acercan a los 6 millones en los países vecinos, aunque Maduro y su banda de forma fantasiosa y cínica dicen que han retornado a su país, siendo eso una falacia ya que son unos pocos los que han regresado; esa argucia es similar al número de contagios y fallecidos que revela oficialmente seguramente escondiendo la grave crisis hospitalaria que hay en la hermana república de Venezuela.
El régimen castrochavista de Caracas, utiliza de patraña la supuesta invasión, buscando llamar la atención de la comunidad internacional y así justificar la miseria de las masas, cuando se sabe que la preocupación del “imperio” por Venezuela se centra en el narcotráfico.
Maduro no se va a librar del asedio de los aventureros cazarrecompensas, así haga todas las pataletas que quiera, ya que el gobierno de USA le tiene a través de la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos) el aviso de “se busca” con un precio por su cabeza de 15 millones de dólares, por los delitos de narcoterrorismo, corrupción y lavado de dinero, lo que incita a toda clase de mercenarios a buscar ganarse esa recompensa.
No solo por Maduro el gobierno de Donald Trump ofrece recompensa, sino que también están incluidos otros 13 asociados de la camarilla comunista, acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, por los mismos cargos criminales; así que la dictadura venezolana tendrá que cuidarse de muchas personas que en el mundo pretenden ganarse ese millonario premio.