Margarita Rosa de Francisco desde niña ha escrito. Siempre había tenido la costumbre de armar notas sueltas sobre las cosas que le pasaban pero nunca imaginó que podría publicar algo de eso. Por eso, cuando la editorial Penguin Random House le propuso sacar un libro partiendo de sus columnas en El Tiempo, ella ya tenía listo un texto. Llevaba 4 años escribiendo un relato inspirado en su propia vida cuando tenía 25 años. Junto a los editores le limpió adjetivos, reiteraciones y adornos. El resultado fue El hombre del teléfono, su primera novela literaria que tendrá un conversatorio este 27 de enero en el Hay Festival Cartagena 2017.
Se trata de 150 páginas en las que cuenta la historia de una joven actriz de 25 años quien siente vergüenza de haber sido reina de belleza para luego hacer solamente telenovelas. No se siente satisfecha con su trayectoria profesional y quiere prepararse. Así, huye desde su país a España para escapar de la explosión mediática que provocó su divorcio de un famoso cantante. El pretexto para alargar su estadía en la madre patria es un curso de actuación. Es allá donde la contacta un hombre que está locamente atraído por ella. Tras varias llamadas telefónicas ambos personajes crean una singular relación que no es ni amorosa ni de amistad. También se habla de otro compañero actor casado que se convierte en su amante.
El hombre del teléfono se inspira en la historia que vivió Margarita Rosa en Madrid, donde las llamadas de Jaime Garzón aliviaron su soledad tras el divorcio con Carlos Vives
La historia está pensada para que cualquier lector que no conozca a la autora pueda disfrutarla y entenderla. Sin embargo, Margarita Rosa sabe que el morbo natural del lector lo llevará a deducir quienes fueron los personajes en la realidad. Carlos Vives, el cantante, un hombre que ; el español Imanol Arias, el amante; y Jaime Garzón, el hombre del teléfono.
El hombre del teléfono surgió de la etapa que Margarita Rosa vivió en Madrid después de haber sido virreina nacional de la belleza y haber protagonizado novelas como Gallito Ramírez. En la capital española se metió a estudiar en la escuela de Juan Carlos Corazza y las llamadas de Jaime Garzón, a quien había conocido en una Feria de Cali, aliviaban su soledad tras su divorcio con Carlos Vives. Así, se cuentan otros detalles de la vida de la autora, pues buena parte de la narración parte de sus emociones y sentimientos. Sin embargo, Margarita Rosa enfatiza en que su objetivo no era ser sensacionalista sino construir un relato coherente y fácil de leer. Es más un ejercicio de catarsis.
El libro se mueve en la delgada línea entre la realidad y la ficción. Ni su propia autora sabría en dónde clasificarlo. Se trata de una porción real de su vida ´ficcionada´. En todo caso, con tres meses de haberse lanzado al mercado ha sido un éxito en ventas. Para Margarita Rosa, que también es columnista en El Tiempo, es bastante gratificante generar esa empatía con su público y lo entiende como una consecuencia de haber escrito un relato tan personal como los temas que trata en sus columnas.
Aunque Margarita Rosa y Jaime Garzón tuvieron una relación muy sonada en medios cuando ella volvió de Madrid, ella asegura que no amó al hombre del teléfono. “Fue una circunstancia en cierto modo teatral que se armó ahí, pero pienso que no se puede hablar de sentimientos profundos por ninguno de los dos lados. Ni de amor, ni de amistad”.
