Algunos columnistas de los medios especializados, así como numerosos analistas bursátiles, continúan afirmando que la actual crisis del mercado de valores se debe a las secuelas que quedaron de la debacle de Interbolsa después de tres años de su intervención.
Esta crisis tiene raíces mucho más profundas que la debacle de Interbolsa que, si bien es cierto, tiene una participación que no se puede ignorar: la crisis se origina por la pérdida de confianza en al mercado, confianza que se perdió no solo por el caso Interbolsa, sino también por lo que ha sucedido con las acciones de Pacific Rubiales y Ecopetrol.
En efecto, la acción de Pacific Rubiales, desde el comienzo de su cotización en la BVC, empezó una carrera ascendente casi exponencial como resultado de una muy buena estrategia de Relaciones Públicas y manejo de medios. La socialité bogotana se volcó a recibir, con bombos y platillos, a los tres venezolanos que habían llegado al país a enseñarnos cómo se extraía el petróleo desde las entrañas de la tierra, y el mercado de inmediato se encegueció por tan increíble hazaña, inflando como por arte de magia el precio de la acción a niveles nunca antes sospechados. Fue así como el precio llegó a $ 55,000 por acción, y los corredores, “en su sabiduría bursátil” seguían recomendando la acción a sus clientes mientras que los tenedores originales de las acciones las cambiaban por dinero en efectivo.
De esta forma sutil, miles de inversionistas terminaron con acciones de Pacific Rubiales a unos precios que jamás en la vida volverán a ver, perdiendo sus ahorros, ya que hoy en día la pérdida es del 85 %. A la fecha, ni la Superfinanciera, ni el AMV, ni la Fiscalía han iniciado investigación alguna sobre esta evidente manipulación sofisticada de la acción de Pacific Rubiales en donde los inversionistas han visto desaparecer su dinero bajo el argumento de que el “mercado no se comportó como estaba previsto”.
Con Ecopetrol el caso es muy semejante, inició su vida en la BVC a $ 1,400 por acción y rápidamente subió, y subió, y subió, hasta llegar a los $ 5,500 por acción. Nuevamente, los corredores, “en su sabiduría bursátil” recomendaban esta acción a pesar que sus indicadores bursátiles claramente mostraban que su valor de mercado no podía ser igual a Petrobras, o superior incluso a muchas de las principales compañías petroleras del mundo. Aún así, seguían recomendando la acción sin tener en cuenta sus indicadores que a todas luces indicaban que ese precio era una descarada burbuja que algún día explotaría como en efecto explotó.
Hoy el precio está por debajo del precio inicial de la misión y esta vez son varios cientos de miles los inversionistas que han visto estupefactos ver su dinero evaporarse como resultado de que “el mercado no se comportó como estaba previsto”.
Durante varios años estas dos acciones fueron las reinas de la BVC, quienes lideraban los índices bursátiles y, tanto los ejecutivos de la Bolsa como los corredores, sacaban pecho por el movimiento nunca antes visto que, por supuesto, generaba jugosas comisiones a las firmas y a los corredores, así como unos ingresos no despreciables a la BVC. Hoy se ha vuelto a la realidad y el movimiento es menos del 50 % de lo que fue en los días de gloria. La acción de la BVC pasó de $ 40 a $ 18.
Se perdió la confianza, que es el activo mas valioso del mercado. Interbolsa contribuyó a esa pérdida por la gran exposición mediática a la que ha sido sometida en estos últimos tres años. Pero la mayor pérdida de confianza sucedió con el manejo de las acciones de Pacific Rubiales y Ecopetrol, las cuales contribuyeron con varios billones de pesos perdidos por los inversionistas como resultado de maniobras especulativas y que, como en el proceso 8,000, fue un elefante que no quisieron ver ni la Superfinanciera, ni el AMV y mucho menos la BVC y sus corredores.