Un poder blando que habita en nosotros. Muchos han oído hablar de ella, muchos la conocen pero pocos la utilizan. Te preocupas más por tu trabajo, por tus deudas, por tus conocimientos académicos que por tener un equilibrio emocional. Una serie de habilidades que son determinantes en tu vida. Crees que se trata de un simple manejo de emociones, que las emociones no tienen gran relevancia en tu vida. Sin embargo, este poder blando abarca desde lo más profundo de tu intimidad hasta tus círculos sociales. Esta inteligencia es una fuente de poder que le da equilibrio a tu forma de pensar, a tu manera de relacionarte y te permite encontrar paz en tu ser.
¿Cuáles son las partes que conforman la inteligencia emocional? ¿Cómo puedes empezar a implementarla?
Crees enfocarte en lo importante, cuando lo que prima es tu bienestar. Pero no estoy hablando de lo que es material, me refiero a cómo te sientes y a la manera en que llevas tu vida. Vives apresurado por cumplir tus tareas pero te tardas en darte cuenta que necesitas un respiro y una comprensión de ti mismo. Algo que nadie más que tú lo puede hallar en tu fuero interno. Tu estrés te lleva a tu pasado y te frustra con tus pensamientos de culpa. La preocupación te lleva al futuro y te afecta con situaciones ficticias creadas por tu mente. ¿Sientes que pierdes el control fácil? ¿ Te sientes afectado por lo que está a tu alrededor? Porque cuando sale mal en tu vida, tu emoción se centra en lo negativo. Como lo explica el experto en inteligencia emocional Daniel Goleman: “Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo obstaculizando cualquier intento de atender otra cosa”. No se oye tan grave pero al experimentarlo sabes que tener una emoción negativa puede tener terribles consecuencias.
Céntrate en ti. Date la oportunidad de volverte invencible ante una mala experiencia. Porque nada te va a afectar a menos que le des el poder para que te afecte. Empieza por conocerte a ti mismo ¿qué sientes?, ¿por qué? El autoconocimiento es esencial para saber cómo empieza tus metas y hacia dónde te diriges. Después, ten el control de la situación. Empieza con pequeñas situaciones en las que te sientas incómodo, intenta encontrar la manera para no salirte de tus casillas. El autocontrol te permitirá dominar cualquier situación. Nada de eso tendrá un efecto verdadero si no te amas a ti mismo. Quiérete, valórate y mírate al espejo diciéndote algún piropo. La autoestima es vital para tu vida, nadie te querrá si antes no te quieres a ti.
Luego de estar bien contigo mismo, ponte en la situación del otro. Antes de ponerte bravo, intenta entenderlo. Ponte en sus zapatos, siente lo que la otra persona siente. La empatía te abrirá puertas y te permitirá crear redes con muchas personas. Ten claro que ese interés hacia el otro debe ser genuino y verdadero. Finalmente trata a los demás cómo te gustaría que te tratarán. Has lo que es correcto y contribuye a tus seres queridos, para después aportarles a los demás. Las relaciones sociales necesitan tener bases sólidas.
El fin de la inteligencia emocional es lograr saber cómo sentirte en los momentos en que no quieres sentirte bien. Controla tu mundo interior y el universo se encargará de controlar tu mundo exterior. Cuando pases una mala experiencia, piensa dos veces en ponerte bravo. Mejora ahora y cambia para siempre. Ve en busca de tus sueños. Ve por todo.