Mucho se habla de la inteligencia emocional (IE) y la trascendencia que tiene esta sobre la vida. Incluso ahora los puestos de trabajo más demandados la consideran como un requisito indispensable para los candidatos, pues garantiza un ambiente laboral optimo y una toma de decisiones consiente y fundamentada en la objetividad.
Definición
Goleman (1999) define la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás con el fin de manejar de manera adecuada las relaciones que sostenemos con otros y con nosotros mismos.
Así pues, la IE es un plus para quien la tiene desarrollada, toda vez que el diálogo, la empatía y la cordialidad son las armas que utilizan quienes la practican, logrando ser personas reconocidas, queridas y con alto sentido social y humano.
Inteligencia diferente
Inicialmente cuando se hablaba de inteligencia se acostumbraba a relacionar esta con las habilidades
académicas. Sin embargo, posteriormente Gardner (1995) promulgó las inteligencias múltiples y a partir de allí Goleman (1996) centró su análisis específicamente en la inteligencia emocional.
Este último, en su libro Inteligencia Emocional, logró generar un nuevo concepto y volcar a este especial atención en todas las esferas, principalmente en la gerencia. Dicho autor argumenta que la inteligencia emocional es una ciencia aparte que requiere desarrollo desde temprana edad, lo cual tiene que darse necesariamente desde la escuela y desde el núcleo de los hogares.
¿Cuál es propósito de esto? Potenciar seres humanos inteligentes emocionalmente, lo que traería una sociedad de respeto y en armonía.
Elementos de la IE
- Autocontrol o autorregulación: Estar siempre centrado, no dejarse afectar por situaciones externas. Controlar el comportamiento personal ante un estímulo, dominar mi respuesta ante cualquier evento.
- Autoconocimiento: Conocimiento que tengo de mis debilidades y fortalezas y como estas me permiten tomar decisiones correctas o incorrectas.
- Automotivación: Pensar siempre en mis puntos fuertes, alentarme ante cada proyecto, buscar el resultado y conseguirlo.
- Reconocimiento de las emociones en los demás: Es una consecuencia de la empatía, es el reconocimiento de las emociones de los otros, comprendiendo, aceptando y ayudando a generar espacios de construcción.
Estamos todos invitados a desarrollar la inteligencia emocional, forjar una mejor sociedad y hacer de la convivencia un estado de alegría en nuestra comunidad.
Referencias
Goleman, Daniel (1996). Inteligencia Emocional.
Gardner, Howard (1995). Inteligencias Múltiples. La teoría en la práctica.