¿Instituciones o microempresas del poder?

¿Instituciones o microempresas del poder?

"Se ha agudizado tanto la corrupción en este país que ahora este mal se ha tecnificado y ha pasado a ser un asunto de carácter institucional"

Por: Esteban Duque Restrepo
septiembre 20, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
¿Instituciones o microempresas del poder?

El panorama institucional en el país es preocupante. El más reciente caso de una aparente crisis institucional tiene que ver con los partidos políticos y se refleja, más específicamente, en los precandidatos presidenciales que escogieron la opción por firmas para lanzar sus candidaturas. No obstante, este caso repite un patrón que deja clara evidencia de cómo el andamiaje institucional (funciones, cargos y competencias) está al servicio de unos intereses particulares.

Con lo anterior he dicho que el agua moja, pero en este caso dicha afirmación viene con un pie de página. Durante años y con los escandalosos casos de corrupción todo parecía indicar que eran solo “manzanas podridas” quienes se aprovechaban de su posición de poder para desviar recursos, favorecer a unos cuantos, ganar votos e incluso torpedear el equilibrio de poderes. Si bien esto sigue igual, lo que parece haber cambiado es que se ha agudizado tanto la corrupción en este país que ahora este mal se ha tecnificado y ha pasado a ser un asunto de carácter institucional.

Esta tecnificación ha llevado a que las instituciones se conviertan en microempresas, cuyos gerentes son escogidos a conveniencia y en donde se ofrecen servicios a cambio de pagos en especie o monetarios. Ya no hay necesidad de torpedear el equilibrio de poderes, dado que han sido tantos los casos de nombramientos a conveniencia, así como de los avales aprobados (para referirnos a los partidos políticos), que el negocio se ha convertido en un gran consorcio institucional.

A continuación, algunos ejemplos.

 

  1. De partidos políticos a maquinaria útil: el caso de los precandidatos presidenciales

 

Buscar en estos días “partidos políticos” en Google es encontrarse con infinidad de artículos y noticias haciéndose la misma pregunta ¿Están en crisis los partidos políticos? A esta pregunta, y como he tratado de dejarlo claro durante la introducción, responderé que es la institucionalidad completa la que está en crisis, y la actual situación de los partidos políticos es tan solo una muestra de esto.

Si bien durante la introducción hice un énfasis en instituciones de “naturaleza estatal” (entiéndase por Fiscalía, Senado o Ministerios) son precisamente los partidos políticos la base de este “consorcio institucional”, dado que son los mismos los encargados de dar avales, hacer lobby e incluso tender puentes entre las instituciones y las personas que precisamente encabezarán instituciones como la Fiscalía o el Senado.

Con una imagen seriamente golpeada y con una dependencia absoluta de muchas personalidades, los partidos políticos se han convertido en un obstáculo para las alianzas y la construcción de confianza de algunos precandidatos presidenciales; por tal motivo muchos han decidido inscribir su candidatura mediante firmas. Esto último ha sido el detonante de aquella pregunta por la crisis de los partidos, la cual más allá de ser una crisis es una manifestación de la transformación del papel de los partidos en las elecciones.

Posiblemente el caso más sonado de esta aparente “tendencia” a lanzarse por firmas es el de Germán Vargas Lleras; sin embargo, este mismo nos muestra cómo a pesar de no lanzarse por el partido Cambio Radical, sí usa la maquinaria de este para recoger firmas (Ver Noticia). Complementariamente, el caso de Vargas Lleras ejemplifica el uso de la “política social” del Estado, además de su cargo como vicepresidente, para ir poco a poco haciendo campaña por medio de otorgar viviendas gratuitas en las distintas regiones del país.

Retornando al caso de su candidatura presidencial, Vargas Lleras y el partido Cambio Radical trae a colación el concepto de “microempresa electoral” el cual se usa para “…designar la actual “atomización personalista” que sufre el sistema de partidos en Colombia.”  (Pizarro, 2002) (Ver documento). Dicha “atomización personalista” de la que nos habla Eduardo Pizarro muta al punto en que convierte a los partidos en una especie de “contratistas electorales”; esto se traduce en que Cambio Radical sirve a Vargas Lleras poniendo su maquinaria, capital y experiencia en elecciones.

Acá surgen las preguntas ¿qué pago recibe el partido a cambio?  ¿cuotas políticas, mayor capital político (votos) o incluso hundir las investigaciones por corrupción a varios de sus miembros por medio de cuotas políticas en instituciones como la Fiscalía o procuraduría?

 

  1. El fiscal al servicio de todos: un negocio redondo

 

El caso del actual fiscal Néstor Humberto Martínez es escandaloso; basta con ver los análisis acerca de su pasado para exponerlo como un claro ejemplo de cuotas políticas en instituciones en donde tiene la posibilidad de salvar el pellejo propio o el de otros.

Daniel Coronell en la revista Semana ha mostrado muchos de los servicios y contactos que Martínez ha concretado, entre los cuales destacan las asesorías jurídicas al consorcio Navelena (del cual la empresa Odebrecht era participe en un 87%), su relación con Leonidas Bustos (quien impulso su elección como Fiscal general) y el nombramiento de  Luis Gustavo Moreno como Fiscal anticorrupción; este último era el hombre de confianza de Bustos tal y como lo establece Coronell en su columna titulada “Sin Bustos no hay paraíso”.

¿Resulta entonces claro cómo el fiscal con cuotas al interior de la Fiscalía y salvaguardando a peces gordos paga el servicio de su elección? De no ser así, de nuevo de Daniel Coronell con su columna “Sobre Ruedas”  deja en evidencia los múltiples conflictos de interés existentes del Fiscal en las investigaciones que adelanta ¿No es cuota política de nadie? ¿No le debe favores a nadie? Saque usted sus conclusiones.

Lo anterior es solo la punta del iceberg dado que la novela entre el fiscal y Bustos deja entre ver cómo la corrupción se tomó espacios que gozaban de cierta reputación e independencia, tal y como lo eran las altas cortes y la rama judicial en general. Este iceberg, además, incluye el caso Odebrecht en el que instituciones como ministerios, presidencia, Senado, concejos, etcétera, se inmiscuyeron en negocios y pagos para beneficiar a algunos pocos. Es decir, este es posiblemente el más descarado ejemplo de un Estado que en vez de instituciones parece tener microempresas y contratistas al servicio de unos pocos.

 

  1. ¿Bogotá mejor para todos?

 

“Bogotá quedó en feria”, con esta expresión Aurelio Suárez Montoya en su columna para El Espectador, titulada “El Plan de Desarrollo de Peñalosa: ¡Es el negocio, socio!”, resume el argumento principal de los promotores de la revocatoria, y configura a su vez, un ejemplo más de cómo cada vez más analistas, columnistas y demás, desenmascara otra forma  de usar las instituciones (en este caso la alcaldía de Bogotá) para hacer negocios que beneficien a unos pocos.

En esta columna, y para resumir este punto, se muestra cómo el plan de desarrollo de la actual alcaldía esconde negocios en los que Peñalosa, sus amigos e incluso familiares (ver noticia) tienen participación. Temas como TransMilenio, la ETB, la recolección de basuras y la Van Der Hammen son de vital importancia para esta alcaldía, pero a su vez, columnas como las ya mencionadas, han mostrado que detrás de estos proyectos se escoden intereses con los cuales Peñalosa estaría pagando favores políticos o beneficiándose a él y sus allegados.

Con esto solo se ha logrado socavar aún más la percepción negativa de los ciudadanos hacía Enrique Peñalosa (ver referencia) y dándonos un ejemplo más de cómo lo público se vuelca al servicio de lo privado y particular, así tenga como lema que es “mejor para todos”.

 

  1. ¿Qué podemos hacer?

 

Mucho se ha hablado de la crisis de los partidos, de la corrupción y de la debilidad del Estado en muchos asuntos como la salud, educación y empleo. Como hemos visto con estos tres ejemplos de instituciones particulares, regionales y nacionales (que además entre ellas tienden puentes), todo se ha sumado y nos ha resultado en una crisis institucional enorme que es necesario subsanar. Las instituciones han dejado de servir a lo público para convertirse en negocios rentables para unos pocos, afectando así a sectores como la salud, la justicia, la educación y el empleo, es decir, asuntos que son de enorme necesidad para el ciudadano de a pie, pero los cuales carecen de importancia frente a los negocios y el beneficio propio.

El motivo principal por el que comencé esta entrada con los Partidos políticos y los candidatos presidenciales es porque, precisamente al ser estos la base de ese denominado “consorcio institucional” exponen el talón de Aquiles del mismo. La mala imagen o no votar por los mismos es “santo remedio”, porque somos precisamente los votantes y los ciudadanos el capital (activo y pasivo) más importante de esta clase política emprendedora que ve el negocio en las instituciones que nos pertenecen a todos. En nuestras manos está sacar al país de esta crisis institucional tan grave.

 

 

Referencias:

Cantillo, J. (12 de septiembre de 2017). Cambio Radical hace concurso para levantarle firmas a Vargas. La Silla Vacía. Disponible en: http://lasillavacia.com/silla-caribe/cambio-radical-hace-concurso-para-levantarle-firmas-vargas-62516 [Recuperado 19 Sep. 2017].

Coronell, D. (24 de septiembre de 2016). Sobre ruedas. Semana. Disponible en: http://www.semana.com/opinion/articulo/daniel-coronell-sobre-ruedas/494885 [Recuperado 19 Sep. 2017].

Coronell, D. (19 de agosto de 2017). Sin Bustos no hay paraíso. Semana. Disponible en: http://www.semana.com/opinion/articulo/daniel-coronell-opinion-sobre-leonidas-bustos/536935  [Recuperado 19 Sep. 2017].

Enrique Peñalosa es el alcalde con la peor imagen del país. (4 de abril de 2017). Las2orillas. Disponible en: https://www.las2orillas.co/enrique-penalosa-alcalde-la-peor-imagen-del-pais/  [Recuperado 19 Sep. 2017].

Pizarro, E. (2002). La Atomización Partidista en Colombia: el Fenómeno de las Micro-empresas Electorales. Kellogg Institute. Disponible en: https://kellogg.nd.edu/sites/default/files/old_files/documents/292_0.pdf  [Recuperado 19 Sep. 2017].

Solicitan a procuraduría investigar a Peñalosa por posibles nombramientos irregulares. (11 de octubre de 2016). El Espectador. Disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/solicitan-procuraduria-investigar-penalosa-posibles-nom-articulo-659910 [Recuperado 19 Sep. 2017].

Suárez, A. (22 de junio de 2016). El Plan de Desarrollo de Peñalosa: ¡Es el negocio, socio! El Espectador. Disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/el-plan-de-desarrollo-de-penalosa-el-negocio-socio-articulo-639263 [Recuperado 19 Sep. 2017].

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