A raíz de mi denuncia sobre el peligro que corre el Lago Calima de secarse si no se ataja a tiempo la licencia ambiental que está solicitando, de manera muy veloz y sin obstáculos, el picapedrero dueño oficial del titulo minero, hubo reacciones lógicas e inmediatas. El alcalde de Calima, el médico Mejía, reunió a los alcaldes de los municipios perjudicados en el Concejo de Riofrio para explicarles la magnitud del daño que podría producirse. La gobernadora del Valle me hizo llegar toda la documentación que existe sobre el proceso y se comprometió a seguir vigilando desde su oficina jurídica. Y el presidente de Celsia me comunicó que habían contratado un estudio hidrológico y otro geofísico para medir el daño que se ocasionaría en la Hidroeléctrica de Calima y en las dos microcentrales que tienen en Riofrio en el caso de que el nacimiento del sistema hídrico se llegare a mermar. Los de Asocaña no dijeron ni mú porque sus rabos de paja tendrán.
Pero el director de la insobornable, pero ineficiente CVC, la corporación que dice vigilar y tutelar el medio ambiente del Valle del Cauca, salió furioso como vaca recién parida a declarar, en página entera del agonizante diario de los Lloreda, que es mentira lo de Calima y que aunque admite que ellos no han hecho nada porque dizque no les toca, está tranquilo porque pueden hacerlo en el futuro. No conozco a ese caballero. Pero me aterraría conocer a alguien con tan poco seso, que cree que es una mentira decir que si se concede una licencia para explotar oro y platino en gran escala en las cabeceras y cuencas de los ríos Riofrio, Piedras, Tesorito y Calima y en todos sus afluentes, el nivel del Lago Calima y las hidroeléctricas de Celsia y las 4.000 hectáreas de caña que necesitan esa agua no se van a perjudicar. Pero no es de extrañar tan vituperable actitud sibilina. La CVC, por ejemplo, no se ha dado cuenta que al ajustar las dos resoluciones de Minambiente y de su Consejo Directivo sobre la quema de cañas en el valle geográfico del rio Cauca autorizó con su firma a los ingenios azucareros que se quemen cada año la bobadita de 300.000 hectáreas de caña, que bajo el gobierno de Uribe se habían prohibido.
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El director de la CVC es tanto o más peligroso que Bolsonaro quemando bosque en la Amazonía
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En otras palabras, que el director de la CVC es tanto o más peligroso que Bolsonaro quemando bosque en la Amazonía. Por supuesto, repito,la CVC es insobornable y ni las resoluciones 0564/20 y 0741 /16 autorizando aumentar la contribución anual de contaminación ambiental,ni todas las que emiten, recibieron más impulso que lo otorgado por el estudio científico.Pero en la misma magnitud es ineficiente.Y que no vaya otra vez a decir que es mentira porque abundan las pruebas de lo que no ha hecho o ha dejado de hacer, igual a como no intentó interrumpir el proceso minero que buscaba desde hace rato el permiso para secar el Lago Calima.