Environmental Finance, uno de los servicios de análisis e investigación más importantes del mundo en temas de inversión sostenible, finanzas verdes y personas y empresas activas en los mercados ambientales, le ha otorgado a la empresa colombiana Terrasos el premio a la Mejor Innovación en Acreditación (sin carbono) en la clasificación anual del Mercado Voluntario de Carbono. Se trata de un ranking global que evalúa las propuestas más innovadoras y valiosas del mercado para la reducción voluntaria de emisiones de gases de efecto invernadero.
Entre los criterios que se tienen en cuenta al momento de otorgar este reconocimiento figuran: eficiencia y rapidez de las transacciones; fiabilidad; innovación; calidad de la información y del servicio prestado e influencia en el mercado, y no solo el volumen de transacciones manejadas.
Terrasos es una empresa colombiana, especializada en estructuración y operación de inversiones ambientales, que ha creado innovadores mecanismos de financiación de la biodiversidad, como los Bancos de Hábitat y los créditos de biodiversidad, cuyo esquema es el pago por resultados. Esta metodología, que ha sido probada en Colombia y en Etiopía, genera modelos de negocios y nuevas oportunidades de desarrollo local en los territorios.
La empresa es pionera, a nivel mundial, en la creación de un protocolo de integridad que además de definir la unidad transable (Crédito de Biodiversidad Voluntario o biocrédito), define la metodología, roles y responsabilidades, principios y requisitos de los actores de la cadena de valor para asegurar la alta integridad de los proyectos de conservación.
Este protocolo de integridad, llamado “Protocolo para la Emisión de Créditos de Biodiversidad Voluntarios” es la razón por la que fue otorgado el premio, y surge del trabajo que Terrasos hace desde 2021 en el desarrollo de mecanismos que permiten, a personas jurídicas y naturales, contribuir, de forma voluntaria, a la financiación de proyectos de conservación de biodiversidad por 30 años.
Con esto se busca promover la creación de proyectos de conservación en áreas con un gran valor ecológico, con garantías financieras, jurídicas y técnicas que permitan que los proyectos y sus acciones sean sostenibles en el largo plazo y generen valor ambiental, social y económico en los territorios en donde se desarrollan.
Interés internacional por modelos colombianos
Colombia está lejos de ser una de las naciones que más le aporta al calentamiento global y aun así las acciones nacionales de mitigación y compensación avanzan en un sentido alentador, al punto de ser el país con más alternativas de financiación de la biodiversidad en América Latina.
No obstante, a pesar de llevar la batuta en promover iniciativas que generan un vasto y consolidado ecosistema de financiación de la biodiversidad, estos instrumentos parecen tener más relevancia en el ámbito internacional que en el nacional. Muestra de ello es el premio de Environmental Finance.
La amplia experiencia en Bancos de Hábitat y créditos de biodiversidad le ha permitido al país llevar las conversaciones nacionales a otros escenarios. Por ejemplo, hace unos días, Mariana Sarmiento, gerente de Terrasos, estuvo en el Climate Week de New York exponiendo sobre la exitosa implementación de los Créditos Voluntarios de Biodiversidad en Colombia; sobre los retos que existen y sobre las oportunidades que mecanismos de este tipo permiten, en aras de lograr alternativas robustas para financiar la conservación de la biodiversidad en el país y el mundo.
En Colombia hay bases normativas que promueven, y en cierta medida incentivan, la financiación de la protección de la biodiversidad. Sin embargo, teniendo en cuenta lo aprendido en estos años, sumado a la urgencia de encontrar más recursos, es fundamental robustecer la estructura normativa para ajustar procedimientos y mejorar procesos, necesarios y deseados por todos los sectores.
En este sentido, Mariana Sarmiento explica que si la Resolución 1051 de 2017, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se ajustara a la nueva realidad, con certeza, los recursos podrían ser mayores y la protección sería de más largo aliento. De ahí que, con todas las herramientas que en el país se han implementado, como alternativas para financiar la biodiversidad, la definición y ajuste de normativas son el camino ideal y necesario para generar una experiencia exitosa y transparente en este sentido.