Básicamente, hay tres formas para superar el virus.
La primera implica restricciones draconianas sobre la libertad de movimiento y reuniones. Además, va acompañada de test masivos para cortar la transmisión del COVID-19 por completo. Sin embargo, ahora que el virus se encuentra en muchos países, eso sería imposible.
La segunda forma consiste en desarrollar una vacuna, pero eso requerirá algo de tiempo y no se espera que llegue ninguna, como pronto, hasta 2021.
La tercera tiene que ver con alcanzar la inmunidad colectiva de forma controlada, acompañada de restricciones de movimiento.
La cuarentena puede ser eficaz para apaciguar el virus, pero en el momento que se levante habrá un repunte del brote sin control, lo que probablemente nos llevará a periodos de aislamiento intermitentes. Esta medida hará que la gente no pueda trabajar, que más personas caigan en la pobreza, que otros tantas se vean obligadas a incumplir las restricciones impuestas para conseguir recursos para comer... ocasionando una crisis sanitaria y social.
Se estima que el 60% de la población debería estar inmune para detener el brote por inmunidad colectiva. Si lo tomamos literal, en Colombia se necesitaría que 32,700,000 personas sean inmunes, lo cual es imposible en un corto tiempo. No obstante, podemos acortar este número.
La estrategia consiste en contagiar controladamente a la población más fuerte para proteger a los más vulnerables por inmunidad colectiva; pero no sería al azar.
Se seleccionarían los perfiles más saludables (que no tengan historiales regulares de salud) y se revisaría su potencial aporte a la sociedad (fuerza pública, personal de salud, transportadores, operarios en actividades esenciales, etc).
Se priorizarían a los sectores de más escasos recursos. Sería importante que desarrollaran inmunidad primero dado que no pueden aguantar tanto tiempo en cuarentena (por la falta de recursos serían los primeros en incumplirla, generando un descontrol del brote). Al desarrollar inmunidad se les daría un QR de salud, que les permitiría circular de manera segura y organizada al trabajo. De esta manera se lograría que una persona por núcleo familiar pueda trabajar y llevar recursos para la familia que sigue en cuarentena.
La pregunta sería: ¿cuántas y cuáles personas deberían ser inmunes para que funcione? Por ejemplo, a la la población total de una ciudad como Bogotá le podemos restar los mayores de 65 años y menores de 15 años, los sectores que más pueden durar en cuarentena (estratos 4, 5, 6) y los que pueden trabajar remotamente en casa y los que reciben algún tipo de sueldo. Dejamos exclusivamente a los que tienen que trabajar para sostenerse y seleccionamos a una persona por núcleo familiar que tenga la capacidad de laborar.
¿Cuál sería la logística?
Este virus está llevando a la humanidad hacer cosas casi imposibles. Se necesitará crear centros de cuarentena que parecerán gigantes. Las personas previamente seleccionadas con los exámenes médicos pertinentes entrarán en un proceso controlado y monitoreado, que les permitirá superar el virus en los días que sean necesarios (20 días o más sin que hayan mayores complicaciones). Si se logra por lo menos que 1000 personas diarias tengan inmunidad tendría que dar resultados favorables para la economía y la sociedad.
Esta es solo una humilde idea para que los expertos la analicen y de pronto sea un camino para superar esta crisis.
