A sus 22 años Ingrid Vanessa Tabares vive en el barrio El Jardín de Cali junto a su madre, su hermana y su sobrino. Ha recorrido medio mundo, dobló a Valerie Domínguez en la telenovela Un Sueño Llamado Salsa y ha enseñado coreografías a la mismísima Jennifer López, todo ello gracias a Swing Latino, el grupo de salsa del cual no es exagerado decir que bien podría ser el mejor del mundo y los siete campeonatos mundiales de salsa que ha ganado –de los cuales Ingrid ha estado en tres-, así lo confirman.
Durante la próxima Feria de Cali Ingrid participará en el espectáculo Tributo emulando a Jennifer López para recrear la presentación que Swing Latino realizó junto a la diva en los American Music Awards 2013. En el show la joven realiza acrobacias, baila salsa como nadie podría hacerlo y brilla como toda una estrella, sin embargo al bajarse de escena los nervios que le produce el dar unas cuantas palabras ante la cámara de un periodista de televisión hacen dudar que se trate de la misma persona.
“Es que cuando estoy allá arriba es otra cosa, es como si no fuera yo, como si solo fuera la música que me controla. Es como estar poseída y no me acuerdo de nada”. Cuenta Ingrid, quien en efecto, se define como una persona algo tímida. Su acento denota una caleñidad única por lo cual el hecho de que cambie la X por la S no incomoda sino que musicaliza cada palabra que la joven utiliza para contar que ni por equivocación se ve como actriz, sino que por el contrario se sintió muy afortunada cuando en las grabaciones de Un Sueño Llamado Salsa –telenovela en la cual todo el grupo de Swing Latino participó- solamente le tocó doblar a la protagonista en escenas de acrobacias. “Pues al principio cuando ella no sabía, sí la doblaba mucho, pero después le fuimos enseñando, aprendió y al final solo la doblaba en las cargadas y eso, pero menos mal no salí casi porque me da mucha pena”.
No menos destacable fue la experiencia con Jennifer López con quien el grupo ya se ha reunido en dos ocasiones. La primera fue por motivo del reality Que Viva The Chosen, que la diva organizó junto a Marc Anthony en 2011 y la segunda fue el año pasado cuando la acompañaron en los premio AMA 2013 durante un homenaje a Celia Cruz. “No es que haya la súper confianza con ella pero cuando le hablaba era como estar con una compañera más, no es de esas divas intocables que todo el mundo cree y se dejaba enseñar muy bien la coreografía que le montamos esa vez”.
El director del grupo Luis Eduardo Hernández, mejor conocido como El Mulato, dice que la cantante se mantiene en constante contacto con él pues de vez en cuando le gusta contar con su opinión y le ha expresado su sorpresa por el hecho de que ni Shakira ni Juanes se hayan preocupado por mostrar el trabajo del grupo, siendo ella sin ser colombiana, quien lo ha hecho.
Confiesa Ingrid que hay momentos en los que está en su casa y simplemente se acuesta en la cama a pensar en lo afortunada que es pues lo que está viviendo es un sueño hecho realidad que está lejos de acabarse pues aún no ha logrado la casa que le quiere regalar a su mamá por medio del baile. “Es que este es mi trabajo, yo paso todo el día en la escuela y quiero demostrar que de esto sí se puede”, al menos así lo ha venido haciendo durante los últimos siete años. Por noche uno de estos bailarines se gana $250.000 pesos -lo cual si hay presentaciones dobles, se duplica-, dice Ingrid que la cifra mensual es difícil de calcular porque el trabajo varía, pero que en general se puede hacer alrededor de 2 millones de pesos con los cuales puede aportar a los gastos de su hogar. Si tenemos en cuenta que varios de sus compañeros pertenecen a los barrios más humildes de Cali, el grupo constituye toda una fuente de ingresos para quienes más lo necesitan.
Poco menos que intimidante resulta el hecho de que luego de la presentación del espectáculo Tributo, en la que los bailarines hacen alarde de su arte y demás acrobacias, estos bajen del escenario para invitar al público a bailar con ellos. -¿Te meterías con un hombre que no sabe bailar? Le pregunto, y ella que por el momento no tiene novio, estalla en carcajadas, piensa unos segundos y responde “Pues si me enamoro de uno, no hay nada que hacer. Tocará enseñarle”.