Muchos nos preguntamos ¿Cómo es posible que una persona desconocida en el escenario político-electoral, sin ningún tipo de experiencia en cargos de elección popular o participación activa en la política, logre 30.000 votos, solo a través de activismo en las redes sociales? ¿Quiénes son estos nuevos dirigentes virtuales? ¿Cómo lograron conectar con los electores?
Las pasadas elecciones regionales en Colombia, demostraron de manera clara y contundente, que la forma de hacer política electoral ha cambiado, que en definitiva la tecnología está presente cada vez más en nuestro día a día, en nuestra cotidianidad y está marcando la pauta de interacción entre los unos y los otros; tenemos un nuevo derrotero en la era digital como protagonistas de nuestra realidad.
Es interesante ver como el poder de la pluma virtual ha logrado en no más de una década, captar la atención de los electores y lograr no solo una intención de voto, sino un voto efectivo en las urnas sin ningún tipo de contacto físico, pero si con un contacto estrecho a través de la virtualidad, son herramientas potentes en la movilización y el apoyo del elector.
Ahora, emergen nuevos liderazgos a través de las redes sociales, simpatizantes que se convierten en electores comprometidos con la causa, sin asistir a una sola reunión presencial en época electoral, logrando captar electores de manera masiva e inmediata.
Lo anterior se traduce en que los candidatos de la era digital fortalecen su vínculo en reuniones que ahora son virtuales llegando a miles o millones de personas y por ende el candidato tiene una comunicación directa con el elector a través de un clic. En pocos años, las reuniones presenciales, llenar plazas, auditorios, coliseos o salones comunales y lo que significa la organización, logística y la inversión de recursos financieros, serán historia. El anterior, ya no es el camino principal para reforzar la intención de voto, unos días antes de las elecciones o para cautivar nuevos electores.
Las elecciones pasadas nos están confirmando que tiene más impacto una trasmisión en vivo con el candidato, o pequeños videos de 20 o 40 segundos compartidos en las redes sociales, donde el candidato puede comunicarle a miles de seguidores su posición sobre la seguridad, el medio ambiente o la movilidad.
En el caso de las vallas, las cuales buscan entre otras cosas el posicionamiento del candidato, están en el camino a desaparecer, incluso mandadas a recoger, las personas ya no miran hacia el frente, sino su mira va fijada hacia el suelo, a su móvil, esto se remplaza por inversión en pauta publicitaria a través de las redes sociales.
Estamos en la transición de la forma de hacer política tradicional a la nueva forma de hacer política, donde se remplazan, los afiches, vallas, pendones, pasacalles, volantes del candidato, entre otros, por la presencia activa de este, en Instagram, Tik Tok, Facebook, X, Youtube, WhatsApp, Telegram, por mencionar algunas redes sociales, con una gran tribuna y oportunidades para los nuevos liderazgos nacidos en la era digital.
Estoy absolutamente convencida que el político que no se adapte y se prepare para esta nueva realidad, está condenado a desaparecer del escenario electoral en la próxima década.
Sin embargo, es importante tener presente que el comportamiento y las características del elector en los municipios pequeños, no es comparable con el del elector de ciudades intermedias y capitales.
Pero, se están gestando cambios lentos y a la vez interesantes en las regiones que vale la pena revisar, estudiar y analizar, los cuales marcan un antes y un después en la contienda electoral, para significar lo que comparto en este espacio, vale la pena revisar liderazgos emergentes en los territorios y a todas luces, fenómenos electorales como Juan Daniel Oviedo, el mismo ex candidato presidencial Rodolfo Hernández en las pasadas elecciones, el senador Jp Hernández, el edil y ahora concejal Julián Triana en Bogotá o el líder motero Julián Forero (fuchi) por mencionar algunos casos exitosos, de la dupla campaña electoral y redes sociales. Los cuales merecen ser analizados y serán entre otros temas el objeto de estas líneas.
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