Causa repudio que en diferentes partes de Latinoamérica, los seguidores de la secta criminal y burocrática del marxismo leninismo acusen a sus enemigos políticos de fascistas, como ocurre con el tirano mefistofélico de Raúl Castro en Cuba o el déspota luciferino de Nicolás Maduro en Venezuela, ignorando que el marxismo es el padre indiscutible del fascismo, pues se tiene que afirmar sin ambages que el fascismo es una creación del marxismo, ya que Benito Mussolini su fundador fue a principio del siglo XX militante del partido socialista Italiano y marxista fanático que hizo expulsar de ese partido a los social demócratas por blandos, además constituyó al fascismo para volverse más revolucionario y más socialista.
En Colombia los comunistas totalitarios y sus idiotas útiles, también señalan de fascistas y ultraderechistas a los que rechazan sus dogmas y proyectos dictatoriales, como ocurrió en el congreso de la unión patriótica y en el reciente XXll congreso del partido comunista colombiano, en donde sus principales jefes llamaban a enfrentar al fascismo, desconociendo la historia concomitante entre marxismo y fascismo. Pero más increíble es que la exsenadora Piedad Córdoba acuse de fascistas a quienes cuestionan los dictados de La Habana; cuando esa señora para hablar de fascismo debería saber primero, ¿Quién fue Nicola Bombacci?.
Para el ministro nazi de propaganda del tercer reich, Joseph Goebbels, “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, lo cual significa que para que la verdad no sea distorsionada e ignorada, habrá que repetirla miles de veces y de forma vehemente, y así la mentira no prevalezca, porque la mentira es una arma de los totalitarismos como ocurre en el nazismo, marxismo y fascismo, de ahí que la verdad que nos ocupa ahora, indudablemente es: el marxismo es el padre del fascismo.
Mussolini instaurador del fascismo fue amiguísimo de Lenin, quien no ahorraba elogios a favor del Duce, llegando a regañar a miembros del partido comunista italiano en 1922 durante una visita a Moscú, por haber dejado ir a semejante revolucionario, quien en palabras del sátrapa ruso era el hombre capaz de tomarse el poder en la península antes de 1914, a Benito Mussolini en su empresa fascista, lo acompaño nada menos que el ya mencionado Nicola Bombacci fundador del partido comunista italiano; los dos fueron ejecutados en 1945.
Hay que precisar que diferentes dictaduras han utilizado prácticas fascistas para oprimir naciones, sin importar el signo ideológico, quedando claro que el marxismo es el progenitor del fascismo. Y para el caso colombiano tenemos bien sabido que los partidos de la democracia liberal no son golpistas ni fascistas, en cambio los grupos marxistas leninistas para alcanzar el poder utilizan el “vale todo” incluyendo el método fascista.
En ese orden de ideas hay que recalcar que el comunismo totalitario o marxismo, el fascismo y el nazismo son hijos de la misma madre, pues los tres manejan la doctrina hegeliana que considera al Estado como su dios, y de ahí la expresión “todo en Estado, nada fuera del Estado”, así los ciudadanos se convierten en objetos para satisfacer a un líder como fue el caso de Hitler en Alemania o al partido como ha sucedido en los regímenes comunistas, por ello en estas tres perversiones cuando han asumido el gobierno, el Estado posee todos los poderes sobre las personas quitándoles los derechos individuales.
La victoria de los aliados en la segunda guerra mundial en 1945 de la que también hizo parte la URSS, heredó la guerra fría que le permitió al comunismo internacional(padre del fascismo) proyectarse en diferentes países del mundo, a pesar de ser una doctrina inhumana y dictatorial, que crea nuevas monarquías y camarillas que después de conquistar el poder busca perpetuarse para siempre en la dirección del Estado mediante la represión y el genocidio, a lo anterior se agrega que el difunto dictador cubano Fidel Castro fue desde 1959 hasta el derrumbe de la Unión Soviética en 1991 peón de brega del Kremlin, para buscar que los países latinoamericanos cayeran en las fauces del imperio soviético.
Con la caída del muro de Berlín el tirano Fidel castro, aprovechándose del atraso de algunos pueblos latinoamericanos, usó al líder sindical brasileño Lula Da Silva para montar el foro de Sao Pablo en 1990, y así reciclar los desechos del marxismo leninismo repudiados en el viejo continente, pero además contó con la ignorancia de Hugo Chávez personaje golpista con inclinaciones fascistas, quien se creía la encarnación de Simón Bolívar y un nuevo mesías para llevar a la región al “paraíso terrenal de la dictadura”.
Hugo Chávez ganó las elecciones en diciembre de 1998 en Venezuela, comenzando una pesadilla de la que no ha salido la patria de Bolívar. Ante esas condiciones Castro ni corto ni perezoso sabiendo de las limitaciones del maniático venezolano, quien no pasaba de ser un simple pichón de comunista a pesar de su edad, lo utilizó implementando el socialismo del siglo XXl que para el tirano cubano era la manifestación moderna del marxismo.
Un común denominador tanto del fascismo como del nazismo y el comunismo es el terrorismo, que utiliza métodos violentos indiscriminadamente en contra de la población para amedrentarla, buscando fines políticos y económicos especialmente, por eso Hitler decía: “Logré comprender igualmente la importancia del terror físico para con el individuo y las masas”, y en el caso colombiano no se puede olvidar que las narcoguerrillas marxistas de las Farc y el Eln han sido responsables de los peores actos terroristas que han ocurrido en el país durante los últimos 53 años, en donde toda esa insania ha sido practicada para tomarse el poder.
La humanidad debe de ser antifascista, antinazista y anticomunista, pues ello es inherente a la civilización, porque las tres doctrinas abyectas que hemos denunciado deben de estar en el basurero de la historia para que no le causen más daño a las naciones. Resaltando que en el caso latinoamericano el comunismo totalitario es la principal amenaza de la democracia, porque tanto el fascismo y el nazismo están reducidos a una mínima expresión, pero el marxismo en sus diferentes denominaciones sigue timando a los pueblos ocultándose en una falsa sensibilidad social, para que los ingenuos caigan en su trampa.
Entonces en el caso de los mamertos y sus idiotas útiles que quiere hacer parte dizque de la batalla ideológica de acuerdo a las nuevas condiciones políticas del país, tienen que primero depurar o purgar sus conceptos como el del fascismo, superando ese esquematismo marxista que enceguece para que no resplandezca la luz de la verdad que tanto se necesita, en la consolidación de la democracia y la libertad.