Una frase contundente de Angela Merkel: “Los presidentes no heredan problemas, se supone que los conocen de antemano. Por eso se hace elegir para gobernar con el propósito de corregir esos problemas. Culpar a los predecesores es una salida fácil y mediocre”. ¿Duque y Uribe serán facilistas y mediocres?
La indignación del pueblo colombiano está ad portas de una tragedia que se venía anunciando desde hace décadas. Fue el rebose del líquido de la copa que venía escupiendo burbujas desde 2019. Y luego de tanto fuego y leña seca, en 2021 se produjo el derrame de ese descontento reprimido del pueblo por muchos gobiernos que no fueron capaces de solucionar lo más mínimo hacia aquella población desarmada y con hambre (esa que si toma agua de panela por la mañana hasta las 24 horas vuelve a tomar lo mismo).
Centros educativos que no reciben pobres al ponerles condiciones. Pobreza escondida en barrios marginales y cinturones de miseria por miles, en cabeceras municipales y grandes ciudades, y en cambuches. Seres humanos que, a falta de empleo, están en la indigencia, delincuencia y en la economía del rebusque y subterránea, tan solo por la desidia, la inoperancia y la desfachatez de gobernantes que aplauden ganancias de banqueros y muchos más actores de la economía pudiente (al regalar de los ahorros pensionales regionales, miles de millones para que no se desencajen en utilidades).
Mientras la población necesitada busca una renta básica para obviar la crisis de los trapos rojos en las puertas de más de 15 millones de pobres que hubiese podido servir para reactivar una economía en declive desde hace muchos años, al gobierno le interesa poco o nada. Le entra por un oído y sale por el otro como si no fuera con él, y como si no fuese el país que gobierna
Pero sí está pendiente de grandes empresarios, donde el empleo es mínimo y por cooperativas, sueldos exorbitantes en cámara y senado sin ir a trabajar, junto a ministerios fiscalizadores del país, en manos del gobierno, sistema financiero, y monopolios o monocultivistas del agro.
Se tienen a unos negociadores que no representan el sentir de la población, ni muchos menos de quienes están en la calle siendo asesinados, desaparecidos, mutilados, por una fuerza pública, en manos de un ministro de defensa Molano, que siempre se ha opuesto a los acuerdos de paz, a la vez que promueve la fuerza letal contra quienes marchan, que por constitución en el artículo 37 reglamente el ejercicio de la misma. A quienes exigen equidad social, educación universal, salud, empleo, vivienda, agua potable, entre otros.
Cómo será lo que quiere tapar el gobierno con respecto a las marchas y la confrontación militar y de policía, paramilitares y delincuencia común contra jóvenes, escudándose en una minoría llamados vándalos, que la vicepresidenta salió del país, como canciller, a engañar a los entes orgánicos del mundo, de lo que sucede en Colombia, a la vez que, el gobierno no dio permiso de que entraran al país, los organismos de derechos humanos, como se está reclamando en todos los ámbitos del país.
Nota. El gobierno, generales, entes fiscalizadores y el magnánimo Uribe, dueño y señor del país, ante los medios de los poderosos, le preguntan sobre las arremetidas y asesinatos en contra de los marchantes, y el decir es que, está en investigaciones y recompensas. Pero si tenemos en cuenta falsos positivos, no existe un solo presunto violador de derechos humanos castigado. En cuanto a la desgobernabilidad, Iván Duque hace como los niños, le echa la culpa al otro del desangre de su gobierno para tapar así sus incompetencias, desafueros e ineptitudes como presidente.