Comienza una nueva jornada para un estudiante de la Universidad Nacional, el sol aún no ha dado apertura al día, sin embargo la alarma del celular ha determinado que es hora de levantarse para los preparativos de la clase de 6 am. Andrés sabe que hoy explican un tema difícil y no puede darse el lujo de faltar. Con los ojos entreabiertos el joven se levanta y se dirige a la ducha para posteriormente preparar su propio desayuno y empacar el almuerzo; se viste rápidamente y cuenta el dinero de su bolsillo, luego sale apresurado a tomar el bus que lo llevará a la Universidad.
Mientras va en el bus sus ojos se cierran y se permite tomar un sueño corto, sabe que su destino aún está lejos, todavía falta tiempo para su parada en el puente de Punto cero, lugar donde bajará para ingresar a la universidad por la portería peatonal conocida como Coca Cola. Andrés es un joven estudioso, que sueña con recibir su título de ingeniería en una de las universidades más prestigiosas del país, es el orgullo de una familia de clase media que celebró unida cuando su pequeño logró aprobar el examen de admisión de la Universidad Nacional. Su barrio, un barrio popular de clase media baja, como la mayoría de barrios de Medellín, queda a una distancia significativa de su universidad, razón por la cual debe tomar transporte público para dirigirse a ella.
Andrés mira su celular mientras se acerca a su destino y espera preocupado que los minutos no corran mientras el bus sobrepasa los tacos, se preocupa porque llegará un poco retrasado a clase y entrará perdido al tema, aún no sabe que el día de hoy, en pocos minutos cuando se baje del bus, dos hombres que rondan la zona lo van a cercar para robarle sus pertenencias. El puente de punto cero se ha consolidado como uno de los sitios más peligrosos de la ciudad de Medellín, en sus alrededores abundan toda clase de delitos, desde atracos hasta intentos de violación hacen parte del repertorio diario que tienen que sobrepasar quienes transitan por su perímetro, además es un punto referente para las rutas de transporte público que pasan cerca de la Universidad Nacional.
Recuerdo que desde que tuve mi primer curso de inducción (hace más de 5 años), el psicólogo de la universidad nos habló de los peligros que rondaban en los alrededores del campus de manera jocosa, ilustrando la situación mediante historias que de momento nos parecieron entretenidas. Mientras transcurrí mi carrera, hoy a punto de finalizar, escuche decenas de historias sobre atracos de compañeros al ingreso y a la salida de la universidad en horas de la mañana y noche (principalmente). De hecho yo mismo tuve que ceder algunas pertenencias mientras cruzaba el puente de Barranquilla, cuando estaba en tercer semestre, aquél día 3 hombres me ofrecieron entregar algunos objetos de valor a cambio de no causarme lesiones con un cuchillo oxidado, siendo un trato razonable accedí (aunque con algo de tristeza) a entregarles el anillo de grados y el celular.
De la misma manera compañeros han tenido que renunciar a sus portátiles (muchos sacados a crédito y con cuotas por pagar), bolsos, tabletas, billeteras y pasajes a cambio de no ser afectados en su integridad. Otras compañeras hablan sobre intentos de violación mientras transitaban por los puentes de Barranquilla y la Iguaná, donde hombres que se refugian debajo de ellos las intimidan con cuchillos y tratan de llevarlas debajo del puente a rincones menos visibles.
Hecho esté paréntesis seguiremos con Andrés, el estudiante bajó del bus y caminó con pasó rápido hacia la portería de Coca Cola, tenía afán por llegar a su salón, hasta que a pocos metros de llegar a la portería dos hombres armados con cuchillos cerraron su camino y lo obligaron a entregar su celular y el dinero que llevaba en el bolsillo, afortunadamente aquél día Andrés estaba tranquilo y no se resistió al atraco, en un corto análisis de sus posibilidades prefirió entregar su celular y los 2600 pesos que llevaba con sigo, al ver su cooperación los atracadores prefirieron no hacerle daño y hasta le devolvieron su Sim Card. Después de este hecho Andrés ingreso a la universidad algo alterado, se acercó a pedir ayuda a los vigilantes quienes le informaron que no se podía hacer nada. Andrés pasó el día alterado, después de este evento no se sintió tranquilo para ingresar a clase, solo esperó a un amigo que le prestó algo de dinero para el pasaje de regreso a su casa y acompañado hasta el paradero, abordó el bus a su casa dándole final rápidamente a su jornada de estudio.
Historias como Andrés abundan diariamente en la Universidad Nacional sede Medellín, donde cada día empeora la situación de seguridad para los estudiantes y empleados que se movilizan en transporte público. Cada día son más constantes los atracos, ya no solo es común tener un amigo a quién atracaron recientemente cerca del campus, si no que ya se está volviendo común tener un amigo a quién apuñalaron o cortaron por robarle cuando ingresaba o salía de la universidad. La historia de Andrés tuvo un término positivo dentro de lo desagradable, pues pudo llegar sano y salvo su hogar, sin embargo no todas las historias tienen el mismo término.
Mientras escribo está historia Juan Pablo Santa Ceballos, estudiante de segundo semestre de ingeniería forestal, lucha por su vida en una sala de cuidados intensivos, el jueves 14 de agosto cuando se dirigía a clase de 6 am fue apuñalado a pocos metros de la portería de Coca Cola de la Universidad Nacional, por un asaltante que le robó su celular.
Lo más indignante de la situación es que justo en frente de la portería de Coca Cola, a pocos metros del lugar donde todos los días atracan estudiantes de la Universidad Nacional y transeúntes, donde atracaron a Andrés y por poco asesinan a Juan Pablo queda una estación de policía. En este punto los estudiantes, quienes ya estamos cansados de denunciar la inseguridad en este lugar le preguntamos a las instituciones estatales, a la alcaldía de Medellín, a la policía, a la misma universidad, ¿por qué nos están atracando al frente de una estación de policía? ¿Por qué una zona aledaña a una estación policial es una de las más inseguras de la ciudad?
