En 1974, el entonces profesor de economía de la Universidad de Chicago Arthur Laffer almorzaba en el restaurante del Hotel Washington, junto con Donald Rumsfeld, jefe de gabinete del presidente republicano Gerald Ford; Dick Cheney, subjefe de gabinete; y el periodista Jude Wanniski de The Wall Street Journal. Con el fin de mostrar las dicotomías que existían en la política fiscal del entonces presidente Ford, que proponía aumentar los impuestos en el país, Laffer mostró la necesidad de reducir impuestos para crear mayores incentivos para pasar al mercado formal, invertir e incrementar ingresos.
La teoría ha cobrado gran vigencia a nivel internacional, tanto así que en Colombia se han hecho reformas en ese sentido, sobre todo en la tributación de empresas. Sin embargo, las consecuencias de estas ideas han sido devastadoras.
Recientemente, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla ha anunciado un paquete de reformas fiscales que buscan aumentar la competitividad a nivel nacional. Dentro de las propuestas de esta reforma se sugiere reducir la tasa impositiva de las que gozan las empresas en Colombia con la idea de que la carga que tienen es muy alta, en comparación a otros países en el mundo. No es la primera vez que en Colombia se ha propuesto una reforma en este sentido, y en la mayoría de los casos los resultados no son muy alentadores.
Dentro de las reformas más recientes en el país que buscan generar empleo, reduciendo las tasas impositivas, se tienen dos. En primera medida, la Ley 1429 de 2010, la cual tenía como objetivo central la exoneración de impuesto de renta y renta presuntiva a empresas generadoras de empleo. Los resultados mostrados por esta ley en el periodo posterior a su promulgación son preocupantes, tanto así que de los 350.000 empleos que se buscaban crear, después de un año, las 290.703 empresas beneficiarias solo afiliaron a seguridad social a 35.952 nuevos trabajadores.
En segunda medida, la Ley 1607 de 2012, la cual redujo del 33% al 25 % la tarifa del impuesto de renta para sociedades e incluye en el sistema tributario colombiano el CREE (impuesto sobre renta para la equidad), sustituyendo las contribuciones parafiscales que realizaban todas las empresas. Los resultados en materia de generación de empleo desde la implementación de esta norma mostraron en su momento que varios de los 88 sectores que generan empleos de valor agregado como la industria y la agricultura perdieron participación en materia de empleo. La tasa de ocupación en 2013 se frenó, del 4.1% en 2012 al 1.5%; lo cual muestra que en términos reales no se generaron empleos nuevos. Adicionalmente, la generación de empleo de las empresas privadas del sector formal no mostró ninguna variación a lo largo del 2014.
A lo largo del mundo —en la Unión Europea, Argentina, Turquía, Suecia, y Finlandia— se han estimulado reducciones de las tasas impositivas sobre las empresas. Los resultados son muy parecidos a los de Colombia, donde no se encuentran variaciones significativas en materia de generación de empleo dentro de estas regiones. Incluso hay efectos negativos sobre los salarios como el caso de los Estados Unidos, donde se dio una reforma tributaria que llevó las tarifas de impuesto corporativo del 35% al 21% y los resultados presentados muestran una caída del 9.3% en los salarios reales (ajustados a la inflación).
Al parecer la teoría de Laffer no cumple las expectativas que busca en la práctica, en especial porque el empleador no tiene los incentivos necesarios para invertir en salarios y generación de empleo lo que se ha ganado en reducción de impuestos. Colombia es un excelente ejemplo de esta situación y se debería procurar por una reforma tributaria que entienda que la política fiscal debe ir acompañada de otras herramientas de política que busquen incentivar a las empresas a reinvertir en empleo y salarios.
Finalmente, si se quiere mejorar en materia de empleo, el Gobierno nacional debe avanzar en la formalización empresarial. Actualmente las Mipymes generan una cantidad importante de empleo en Colombia, y la creación de las mismas puede traer resultados positivos en materia de ocupación. La tarea central de una eventual reforma que busque generar empleo, debe ir guiada a aumentar la base empresarial de pequeña y mediana escala en Colombia, mejorando aspectos como los tiempos de trámites para la creación de MiPymes y el acceso a financiación de las mismas.