Aquellos que intentaban que Colombia empezara a importar gas de Venezuela de inmediato, aunque se tuviera que almacenar, se van a quedar con los crespos hechos. Petro, en entrevista en días pasados con RCN, afirmó inequívocamente: “No creo que nos toque llegar a importar gas desde Venezuela. En el cálculo que tenemos, ese momento no llegaría.” Las posibilidades de encontrar más gas en Colombia cada día son más altas. Una de las empresas, Clean Energy, hizo el siguiente anuncio: “El pozo Mágico 1X, en julio y que en pruebas tempranas arrojó un potencial de producir 18 millones de pies cúbicos día. Se hizo en tres intervalos de la formación Ciénaga de Oro, y esta es una de las estructuras que se probaron. El nuevo pozo que se terminó de probar hace dos semanas, llamado Brujo 1X, probó un total de 51 millones de pies cúbicos día.” De concretarse dichos hallazgos, las reservas de gas en Colombia se aumentarían en cuatro años.
Francisco Lloreda, presidente del gremio de los hidrocarburos, indagado sobre la propuesta de importar gas de Venezuela afirmó que dicha propuesta es absurda y va contra los intereses nacionales. “El gas natural es muy costoso de almacenar en su condición gaseosa. Por eso se usa de inmediato, se quema en la operación, o licúa (bajando su temperatura a -260 C) para exportar en contenedores especiales. El gas natural producido en Colombia genera empleos, regalías, impuestos y compra de bienes y servicios en el país. Por eso, teniendo gas natural por desarrollar, no tiene sentido depender del importado”. El exministro ratificó que “el gas natural importado suele ser más costoso que el nacional. El importado subiría el costo del gas a 11 millones de hogares y la electricidad (entre el 10-30% de la electricidad se genera con gas natural)”. Finalizó “Venezuela tiene grandes reservas de gas natural, pero su infraestructura de gasoductos está en mal estado y requiere una inversión importante. Y Colombia no tiene la de almacenamiento. ¿Lo pagarían los colombianos vía tarifa?”
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“Tenemos una orden presidencial: la prioridad es darle el gas que sea necesario a Trinidad y Tobago y a Cuba. Esos acuerdos no se van a irrespetar, camarada, por unas protestas pendejas”
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El problema del gas con Venezuela, no es que no tenga suficiente gas para eventualmente suministrarle a Colombia. Venezuela tiene reservas probadas de gas natural de casi 200 billones de pies cúbicos que, sin embargo, escasea en la mayoría de los hogares del país caribeño, donde miles de familias cocinan en improvisados fogones que alimentan con leña y otros materiales combustibles. Venezuela tiene dos enormes problemas adicionales lo que convierte a ese país en un socio muy poco fiable. El primero es político. La viceministra de gas de Venezuela, Yazmín Ramírez, afirmó en días recientes que la crisis de gas en el país no es una prioridad. Según la alta funcionaria, la prioridad del Gobierno Venezolano es Trinidad y Tobago y Cuba. “Políticas intervencionistas del Grupo de Lima y si para eso la gente tiene que cocinar en leña, pues que se vayan acostumbrando. ¿Cómo hacían las abuelas antes, camarada? ¿Cómo hacen en el campo en muchos otros países? Tenemos una orden presidencial: la prioridad es darle el gas que sea necesario a Trinidad y Tobago y a Cuba. Esos acuerdos no se van a irrespetar, camarada, por unas protestas pendejas” fueron las palabras de la funcionaria.
El Segundo problema para importar gas de Venezuela es técnico. La producción del 85 % del gas venezolano está asociada al petróleo. Hoy Venezuela produce solo alrededor de 700.000 barriles diarios, producción totalmente comprometida. Si ben existen posibilidades que dicha producción aumente, no parece factible que lo haga antes del 2025. Pdvsa Gas nunca terminó las inversiones necesarias para poner el gas en calidad y presión en el sistema de transporte de gasoductos de Colombia, lo que en la práctica indica que técnicamente el gas no estuvo ni está listo todavía. Las inversiones que tendría que hacer Venezuela, un país prácticamente en bancarrota, para exportar gas a Colombia son gigantescas. La plata, llana y lisamente no está. ¡Olvidémonos de la quimera de importar gas venezolano!