Sencillo. Hay evidencia científica de su efectividad para aliviar síntomas y curar enfermedades, los efectos secundarios son insignificantes o casi nulos, es barata, fácil de cultivar, fácil de procesar y el hecho que Colombia se convierta en exportador le viene bien, muy bien a nuestra economía; esta planta ha sido nombrada como el oro verde y tiene mucho sentido.
Medicamentos basados en cannabis ya son usados en Alemania, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Italia y Reino Unido (1). Las conductas médicas que incluyen el uso de estos medicamentos son recetados para condiciones como (1):
- Dolor severo o espasmos musculares por esclerosis múltiple, lesión de médula espinal y enfermedad de la médula espinal.
- Náuseas, dolor intenso, pérdida de peso y anorexia por cáncer, infección por VIH/SIDA.
- Dolor en formas graves de artritis.
- Convulsiones por epilepsia.
- Cuidado compasivo al final de la vida.
- Reducción de la presión ocular en personas con glaucoma
La evidencia apunta a que esta planta representa directamente, sanación, alivio y mitigación del sufrimiento de millones de pacientes y sus familiares. Y es que estamos hablando de más de 2.000 estudios científicos que han analizado los efectos en la salud de la marihuana y han llegado a estas conclusiones (2).
Los efectos secundarios del cannabis son somnolencia, desorientación, confusión e hipotensión, estos efectos disminuyen reduciendo las dosis y desaparecen cuando se desarrolla tolerancia al consumo. Ahora, comparemos este “costo” con aquel que generan otros medicamentos recetados para controlar el dolor, como los opiáceos: morfina, vicodin y Oxycontin los cuales son más peligrosos y adictivos que la marihuana (2).
En Estados Unidos, aquellos estados que han legalizado el cannabis, han reducido las muertes por sobredosis de opiáceos (recetados por médicos) en un 25%. Son muchas vidas.
Este tema debe de dejar de ser un tabú. Debe ser debatido constructivamente, precisamente, para educar y promover el acceso de esta medicina que tiene el poder de llevar bienestar a aquellos que sufren.
Profesionales de la salud, pacientes de enfermedades crónicas, sus familiares y las universidades deben prepararse para este nuevo paradigma en las ciencias de la salud. En el documental Cultura del Porro (que se encuentra en Netflix), el psiquiatra Lester Grinspoon, profesor emérito de Harvard afirmó ”…(la marihuana) es la medicina menos tóxica que he encontrado…será mucho más barata que los productos farmacéuticos a los que reemplazará” (3).
Los países que han adoptado políticas para legalizar y promover el acceso a este medicina son países a los cuales Colombia puede exportar tanto materia prima como procesados de la planta. Precisamente, en diciembre del año pasado el presidente firmó un Decreto que permite la generación de licencias para el cultivo, producción, investigación y exportación de marihuana medicinal. No cae nada mal esta decisión del gobierno, teniendo en cuenta la incertidumbre de la economía debido a fenómenos como el alza del dólar y la caída del petróleo.
La implementación de estas políticas no puede ser un tema más interesante.
REFERENCIAS
- Gaviria, A. La marihuana con uso terapéutico en el contexto colombiano. Ministerio de Salud y Protección Social. 2014.
- 9 preguntas sobre la marihuana medicinal que le preocupan y no se atreve a hacer. Fundación Ideas para la Paz. 2014.
- Documental La Cultura del Porro. Dirigido por Brett Harvey. Producción Michael Bobrof y Don Metz.
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