Con ella se reafirma la base de nuestro sistema político en la delegación y representatividad de la ciudadanía en ese órgano; se compara con el State of the Unión americano por ser el documento más importante del gobierno.
Cumplió muy bien su función especialmente ante el estado de confusión y controversia, o polarización y confrontación en que nos encontramos.
Lo primero, el discurso del presidente. Corresponde a la gran capacidad retórica y dialéctica que posee (que solo por mala disposición hacia él se le podría desconocer, pero lo cual, si se quiere, también puede ser visto como razón para justificar prevención).
Deja claros su visión, su evaluación, y su propósito en la coyuntura. Bien estructurado y bien presentado cumple a cabalidad lo que debe ser y se espera de tal presentación.
Fue coherente; informativo, destacando cómo es lógico los buenos resultados; reivindicando lo que corresponde a sus compromisos y el nexo que tienen con las medidas tomadas.
Cambio de tono desde el tema inicial, asumiendo ‘responsabilidad politica’ y exonerando a los partidos por el nombramiento de Olmedo.
Tres temas tocados: sociales, la paz , y la economía.
En lo primero bien soportado con cifras del Dane por lo que con razón siente satisfacción: disminución del número de pobres, de la desigualdad, creación de empleo, cambio en las tendencias del aumento del precio de los alimentos, resultados favorables en el poder adquisitivo del salario, etc. Bien articulado mostrándolo como consecuencia de las políticas escogidas. (Reivindica además la Reforma Pensional, y lo acertado de la predicción que se sustituirían los ingresos de los combustibles fósiles por agricultura -‘aguacates’- y turismo)
Respecto a la paz hace la valiosa aclaración de que la actual violencia ya no es entre partidos, ni es contra el Estado para tomárselo, sino alrededor de lo que llama la codicia, o sea por las actividades ilegales motivadas en la rentabilidad que da el delito. No sin dejar de recordar que la causa es la injusticia social y el ‘abandono territorial’, y que de ello es que depende la paz.
Hace la valiosa aclaración de que la actual violencia ya no es entre partidos, ni es contra el Estado para tomárselo, sino alrededor de lo que llama la codicia
Respecto a la economía reconoce tener menos éxito, pero acompañándolo de una explicación exculpatoria con un buen análisis teórico-económico según la cual los altos intereses y los costos de la energía han impedido, y, si continúan, seguirán impidiendo la reactivación.
Más que enumerar y definir, menciona, casi que insinúa, varios proyectos de reformas sin invitar a polémicas. Sugiere que, dentro del propósito del Acuerdo Nacional, al cual también se refiere como Pacto social, debe tramitarse en el Congreso pero también en otros sectores.
También se hizo bastante claridad en las presentaciones de la oposición.
En general se ve que les interesa la condición de oposición más que la de alternativa de gobierno. Lo muestra el énfasis en los cuestionamientos a las repetidas circunstancias que no tienen que ver con medidas de gobierno (temas de corrupción y descalificaciones al carácter o a los comportamientos de Petro), y la total ausencia de análisis o propuestas diferentes. Por ejemplo, todos los opositores siguieron en lo de la Constituyente -para atacarla obviamente- cuando lo de destacar sería que no aparece en el discurso presidencial.
Los senadores intentaron lucirse y promoverse con demagogia verbal, basados solo en las diferencias ideológicas. Sin apoyo argumentativo o de datos que lo soporten, hacen referencia a un pasado y plantean un futuro mejor que el presente, el cual de forma acomodaticia describen.
Mejor hicieron los representantes atacando la falta de ejecución, la falta de presencia en donde ‘manda’ la ilegalidad, y el aumento de inseguridad. Esto en forma ordenada y con soportes.
Puntos de contexto y/o macro pendientes:
El pedir perdón por el nombramiento no aclara si fue cierto que hubo ‘compra de votos’ para pasar la reforma. Ni, si la hubo, si fue una especie de ‘programa de Gobierno’ o una iniciativa individual; y queda en el aire el tema de los ‘beneficiados’.
La obligación ‘jurídica’ por el Compromiso Declarado de Estado ante la ONU debe complementarse con que también se registró ante la ‘autoridad humanitaria’ que es el Comité Internacional de la Cruz Roja; y está elevado a categoría de parte del ‘Bloque de Constitucionalidad’.
La Reforma Agraria:
Parte del cumplimiento de esto, y logro de este gobierno, fue la aprobación y la obligación legal explícita en el Plan de Desarrollo, con la respectiva financiación por la Reforma Tributaria, y la creación de la Jurisdicción Agraria.
Pero lo que se plasmó en el Acuerdo es ‘Reforma Rural Integral’; el gobierno inicialmente la planteó para volver productivo y competitivo el Agro. La simple distribución a los campesinos es contraria a la evolución histórica (las nuevas generaciones no aspiran a ser campesinos; no es alternativa ni en cuanto a costos ni en cuanto a los precios finales para que la producción campesina -por lo tanto el campesinado- sobreviva)
El único planteamiento político fue el de Name al responsabilizar al centralismo de la imposibilidad de dar soluciones a todo el territorio nacional y abogar por una mayor autonomía regional. Implícito va la reducción del presidencialismo.
Se debe tener en cuenta que fallos de la Corte Constitucional desmontaron la financiación del Plan de Desarrollo estructurado sobre la Reforma Tributaria y la parte de la Reforma Agraria en la titulación de baldios.