En los últimos días Colombia ha sido sacudida por grandes movilizaciones y protestas sociales, principalmente por las promesas incumplidas del gobierno del presidente Santos. En primer lugar observamos un hecho inédito que se podría catalogar como la movilización más importante de los trabajadores del arte y la cultura desde hace mucho tiempo.Un ejemplo es la manifestación de los artistas del circo tradicional el pasado 9 de mayo en la ciudad de Bogotá, por el derecho al trabajo, ya que en varios municipios del país la labor circense no cuenta con espacios para realizar sus funciones, desconociéndose la ley 1493. Además, el cobro desmedido de impuestos afecta la realización del espectáculo. Dicha jornada de protesta fue impulsada por Sinarcircol (sindicato de artistas circenses) afiliado a la federación Utrecol (Unión de Trabajadores Colombianos del Espectáculo y la Comunicación) y a la central obrera CGT.
A la jornada de los trabajadores del circo que fue masiva y ampliamente cubierta por los principales medios de comunicación, le siguió el 10 de mayo el paro en el departamento del Chocó por la dignidad de esa comarcara. Posteriormente, el día 11 se inició un paro indefinido de maestros dirigido por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), al no haber solución al pliego de peticiones presentado al gobierno. También, el 16 de mayo comenzó un paro cívico en el puerto de Buenaventura, principalmente por la escasez de empleo, y ese mismo día cerca de 800 mil trabajadores del sector estatal paralizaron sus actividades y se movilizaron multitudinariamente en las principales ciudades acompañados por las centrales obreras CGT, CUT y CTC y las federaciones sindicales de los trabajadores estatales.
El Comando Nacional Unitario que agrupa a las centrales de trabajadores CGT, CUT y CTC, conjuntamente con las federaciones sindicales del sector estatal Utradec, Fenaltrase, Fecode, Unete y Fecoltraservicios públicos, unidos con las confederaciones de pensionados están convocando a un Paro Nacional estatal para el martes 23 de mayo, exigiéndole al gobierno solución a las peticiones presentadas y cumplimiento a los acuerdos.
A lo anterior se agrega que desde el mes de marzo de 2016, se le presentó al gobierno nacional un Pliego de Peticiones de 15 puntos por parte del Comando Nacional Unitario, sin que hasta el día de hoy se tenga respuesta de parte del ejecutivo, situación que de continuar llevaría a un Paro Cívico Nacional que podría ser indefinido; por lo tanto se espera que el gobierno de soluciones a los múltiples reclamos de los trabajadores.
Observando las protestas en diferentes partes del territorio nacional, queda claro que la lucha social no es patrimonio exclusivo de ningún sector político, por ello para la movilización siempre debe primar un espíritu pluralista, resaltando que la unidad es la base fundamental para alcanzar las reivindicaciones inmediatas e históricas de los trabajadores y del pueblo en general.
Pero algunos movimientos seguidores de la corriente marxista leninistas todavía creen de manera supersticiosa, estar predestinados no se sabe por qué deidad para ser los que direccional la lucha social, creyendo falsamente que sus fabulas como el de la lucha de clases es el motor de la historia y que el materialismo histórico es algo inevitable e inalterable, lo que los conduce a la ficción considerando ciegamente que por ahí se llega a la emancipación de los trabajadores, cuando la practica ha demostrado, que es diferente la lucha social a la entelequia de la lucha de clases, porque las organizaciones sindicales son los que han llevado mediante la movilización a mejores condiciones de vida y trabajo en diferentes partes de la tierra, no obstante las políticas regresivas del neoliberalismo, así que la monserga comunista totalitaria esta absueltamente desfasada.
El proceso de paz entre el gobierno y las Farc fue utilizado por el presidente Santos como muro de contención en todos estos años de negociaciones para frenar la protesta social y para embelesar al pueblo. No obstante, al ejecutivo ya se le acabó el repertorio porque el fin del conflicto político militar con las Farc (a pesar de la sentencia de la Corte Constitucional sobre el Fast Track) es una cosa y otra muy distinta es la lucha social que le pertenece a los trabajadores con sus sindicatos y a las organizaciones populares. Las Farc jamás han representado al pueblo colombiano así torvamente quieran usurpar esa condición.
En la movilización de los trabajadores del circo se escucharon varios comentarios en los medios de comunicación acerca de que los “payasos se ponen serios” o que “la situación en Colombia es tan difícil que protestan hasta los payasos”, lo que significa que la movilización social en el país entró por un camino inusitado con grandes acontecimientos, en el cual los sindicatos vuelven a tener un papel preponderante para alcanzar las reivindicaciones que los diferentes gobiernos le han negado a los trabajadores y a la población en general por varias décadas.
Entonces al estar en pleno furor la movilización popular es menester seguir sumando fuerza para la obtención de los objetivos por los cuales se ha luchado durante tanto tiempo, teniendo como ejes fundamentales a la independencia y a la democracia sindical que es en donde se debe sostener la unidad del movimiento de los trabajadores.