Aunque la mayoría de sedes diplomáticas colombianas suelen ser oficinas administrativas dentro de complejos empresariales grandes y sin mucho encanto, hay algunas que, además de representar política, diplomática y consularmente al país, son joyas arquitectónicas llenas de historia que se han convertido en referentes de las ciudades en las que operan.
Estas son las más impactantes:
Residencia diplomática de Colombia en Washington:
La casa de Thomas T. Gaff es la residencia del embajador colombiano en los Estados Unidos, puesto actualmente ocupado por Francisco Santos. La casa, parte del exclusivo distrito histórico de Dupont Circle, se encuentra sobre el 1520 de la calle 20. El estilo arquitectónico de la casa se inspira en el Château Balleroy, en Normandía (Francia) e incluye, entre sus características, un oculto salón de baile y una mezcla de diseños de los siglos XVIII y XIX en su interior. Fue construida en 1905 y en el 2008 estaba avaluada en USD$ 8 millones.
Consulado General en Sevilla, España
Construido en 1929 por el gobierno colombiano, con motivo de la exposición mundial de Sevilla, España, para exponer los productos nacionales, especialmente el café. Después se convirtió en la sede del consulado. Es un palacete preciosamente decorado con figuras precolombinas y vitrales alusivos. En los últimos seis años se reconstruyó y es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad andaluza.
Embajada en Lima, Perú.
Todos los limeños saben dónde queda la embajada colombiana. La belleza de una casa blanca, de estilo barroca y de tamaño inmenso no pasa desapercibida en uno de los barrios más exclusivos de la capital peruana. Esta es una de las tres sedes diplomáticas colombianas que hay en la ciudad y suele ser el lugar que acoge las visitas de Estado y las reuniones de más alto nivel entre ambos países. Es uno de los predios más ricos arquitectónicamente de la ciudad, con uno de los mayores avalúos y es propiedad del gobierno colombiano.
Embajada en Montevideo, Uruguay
Antes del 2015, la sede diplomática de Colombia en Uruguay se limitaba a unas pequeñas oficinas en un edificio empresarial de la ciudad. Con el objetivo de fortalecer la presencia de Colombia en este país, el gobierno Santos adquirió una casa que se encontraba abandonada en uno de los barrios más exclusivos de la capital uruguaya. Después de una inversión de más de 6000 millones de pesos, Colombia quedó representado con una bella y cómoda sede que no pasa desapercibida en la vista de los transeúntes que en el sector son abundantes.
Embajada en Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos.
Renovada por el gobierno de Santos, quien vio en los emiratís unos potenciales aliados, la embajada de Colombia en Abu Dhabi es una de las más imponentes a la vista en la ciudad. Se trata de una casa de al menos 600 metros cuadrados construidos que atiende a más de 6 mil connacionales en este país de la península árabe. Se apoya del recientemente inaugurado (también abierto por el gobierno Santos) Consulado General de Colombia en Dubái.
Consulado en Calgary, Canadá.
Una de las prioridades de la excanciller María Ángela Holguín fue fortalecer la presencia consular en Canadá, uno de los países que más colombianos tiene en estatus de inmigrantes y refugiados políticos. En este sentido, y después de muchos meses de negociación con el gobierno de Justin Trudeau, Colombia inauguró en el 2016 el consulado en Calgary, el cual tiene como sede una casa de los años 70 que le presta servicio consular a los más de 10 mil colombianos que residen en el estado canadiense de Alberta.
