No todo lo que brilla es oro.
Cuando era candidato a la Gerencia General de la Federación Nacional de Cafeteros, Fedecafé, el huilense Germán Bahamón se promovió a sí mismo como un cafetero con amplia experiencia en empresas trasnacionales de tecnología, una narrativa que deslumbró a muchos para elegirlo al cargo.
Pero en su interacción con los medios de comunicación, muchos periodistas se quejan de que en sus palabras Bahamón se enreda mucho y no va al grano, no es directo en sus respuestas.
Además, entre sus primeras acciones optó por rodearse de algunos asesores externos que no han dado la talla en el reto de ayudarlo a liderar una institución tan importante como la Fedecafé, que más que una empresa privada o un gremio, es una proveedora eficiente de servicios públicos cafeteros a los productores, como la garantía de compra; investigación y desarrollo; asistencia técnica, y proyectos de desarrollo, entre otros.
Los colegas se quejan también del notorio deterioro en la calidad de la información –escueta, maquillada o superficial– que ahora se difunde en contraste con la información bien estructurada a la que estaban ya habituados los diferentes públicos de Federación.
Un ejemplo es la información estadística de producción y exportaciones de café que se publicaba puntualmente a principios de mes, pero que con la nueva administración empezó a maquillarse con insulsas y poco fiables cifras de importaciones, que para los periodistas económicos no tienen mayor relevancia, pues ellos no comen gato por liebre.
Expertos internacionales habían incluso reconocido a la Fedecafé como una fuente confiable y unificada de información estadística, en contraste con otros países productores, pero este prestigio también se ha deteriorado.
Por otro lado, el acceso de los periodistas a la información del gremio y del sector cafetero se ha visto dificultado, pues es menos fluido, más burocrático.
Por todo ello, no es casualidad que en la más reciente clasificación Merco Colombia de las empresas de mejor reputación corporativa, la Fedecafé se desplomó 26 puestos, del 43 en 2022 al 69 en 2023.
Es muy fácil deshacer con el pie lo que toma mucho tiempo construir con la mano.
Bien haría Bahamón en enredarse menos en sus prédicas y en retomar muchos de los contenidos relevantes, desarrollados en profundidad en relativamente poco espacio que el equipo interno de comunicaciones de la Fedecafé había venido creando y divulgando por años a escala regional, nacional e internacional.
Ojalá el nuevo gerente y sus asesores directos hagan un alto en el camino y corrijan el rumbo, porque la opinión que los periodistas tienen de este apagón informativo (blackout) no es nada positiva, para detrimento del renombre de la institución en su conjunto.
Para constatarlo, bastaría que ellos mismos pregunten a los periodistas que habitualmente cubren esta fuente su sincera opinión.