El gobierno nacional actual, presentó una reforma estatutaria del Sistema Académico-Educativo nacional. El proyecto cursa en el Congreso, pero hasta donde se conoce, puede calificarse de cosmético. No se ocupa de aspectos vertebrales, como la mala calidad y la falta de pertinencia, respecto del desarrollo tecnológico global, la competitividad y el desarrollo nacional.
A raíz de la inquietud surgida, en sectores sociales específicos y en el Ejecutivo nacional, por los desastrosos resultados de Colombia en las pruebas PISA 2022, en las que Colombia nuevamente se rajó, el gobierno debe ordenar la redefinición de contenidos del texto de la reforma en curso, para sustituir lo cosmético e insustancial, de dicha reforma, por ordenamientos legales que garanticen pertinencia y calidad, en ciencia y tecnología y revisar los correspondientes pensum académicos, en todos los niveles de la formación académica nacional.
Es pertinente reconocer que la formación intelectual de los colombianos nunca ha sido excelente, y que empeoró al convertirla en mercancía y negocio privado, con la ley 30/1992, especialmente.
Lo único que garantiza a los humanos, un aceptable nivel de entendimiento de todo lo que afecta o beneficia y determina la calidad de vida de la sociedad, es la observación y análisis crítico del acontecer diario, apoyado en las investigaciones, conocimientos, principios, juicios y conclusiones decantadas, a las que llegaron estudiosos del saber y el acontecer humano, merced a la dedicación persistente en la búsqueda de la verdad.
Por eso, con absoluto acierto se ha concluido que, el conocimiento no se consigue por azar y que es menester buscarlo y cultivarlo, con criterio selectivo, racional y crítico.
Son premisas y criterios que deben soportar el modelo académico-educativo de las naciones, bajo el principio de, aprender a aprender. En términos académicos, de eso depende la calidad de la educación, entre otros factores y el resultado positivo de la enseñanza y la difusión de conocimientos.
Naciones que entendieron esa condición, para la formación académica de la juventud, han logrado altos niveles de conocimiento de sus ciudadanos y hoy son ejemplo y modelo para las naciones que persisten en mantener precarios niveles educativos, como Colombia, donde los gobiernos prefirieron convertir el derecho fundamental a la educación, en una mercancía y negocio, condición que cada día se profundiza y consolida, con los resultados de pésima calidad en la formación académica de profesionales, con ausencia de pertinencia y articulación con las requerimientos que demanda el desarrollo científico y tecnológico y la aplicación de ellos.
La supervisión y control del estado, en todos los niveles de los procesos académicos, brilla por su ausencia. Los efectos de esas irresponsables políticas de estado, son reveladores, negativamente.
Los resultados en pruebas de conocimiento son desastrosos. Lo prueban los resultados de las Pruebas Saber 11 y Saber Pro (ECAES), de cada año y las pruebas internacionales PISA.
En la práctica, las toman como son simples formalismos noticiosos, que no interesan a la institucionalidad, y peor a la misma sociedad.
La mala calidad de la formación académica, luego tiene que padecerla la comunidad, en todos los sentidos y con todos sus efectos. De esa manera, tiene que vivir bajo las exacciones y resultados de decisiones soportadas en la docta ignorancia, que el negocio de la formación académica-educativa colombiana, con el beneplácito que la institucionalidad y la misma sociedad, auspician y toleran.
Es evidente que si el egresado, durante su formación académica, no logra desarrollar un pensamiento crítico independiente, difícilmente podrá entender el significado de los valores y responsabilidades humanas en el desarrollo de funciones burocráticas y profesionales y fácilmente podrá plegarse al arribismo, el gregarismo incondicional, la componenda, el tráfico de influencias, la reverencia a Patrones y Jefes, tal como lo estamos observando a diario, en diferentes instancias de la burocracia oficial.
Los resultados de la mala calidad de la educación, se traducen en consuetudinarios desaciertos, equivocaciones y errores, que finalmente los cubren con el anémico presupuesto público y limita o niega la satisfacción de derechos sociales, por los que debe responder el estado.
Es lo que experimenta y padece Colombia, reflejado plenamente, entre otras, en los resultados electorales, en la conformación de gobiernos y Cuerpos Colegidos Institucionales, en el ejercicio del poder público, en las manifestaciones de cultura ciudadana y en la indiferencia y tolerancia que el público otorga a todo tipo de desfachatez e irresponsabilidad en el ejercicio del poder público.
Se evidencia en la actitud colectiva de la ciudadanía de Neiva, ante las desastrosas últimas administración municipal y departamentales, en particular, con la actual administración municipal, ejercida por un sujeto de alta peligrosidad. La institucionalidad lo permite y tolera.
Quienes soportan, toleran y encubren la precariedad del ejercicio del poder público, no contaron con condiciones de educación responsable y de calidad, al menos, aceptable.
Es una fatalidad, presente en todos los niveles del poder público, en la empresa privada y en el comportamiento social colectivo.
Creo oportuno recordar algunas conclusiones a las que llegó el lingüista, filósofo, activista político, y profesor emérito del MIT, Noam Chomsky, quien por su posición y coherencia respecto a los derechos y soberanía de las naciones, fue apresado por oponerse a la guerra de Vietnam, ejecutada contra un país en desarrollo, por la nación insignia de la criminalidad internacional, EE. UU., que ha ejecutado desde siempre, el saqueo de la riqueza de las naciones sometidas, a través de tratados leoninos, amenaza política y militar, el endeudamiento externo y la complicidad de gobiernos títeres y vasallos.
Noam Chomsky dice: “A los ignorantes se les vende más fácil las mentiras, los espejismos y las falacias. Los ignorantes se dejan imponer las modas sin cuestionarse. Los ignorantes son más fáciles de distraer y más fáciles de complacer”.
“La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros”.
Consecuencia generalizada: hoy, somos víctimas de la cultura espectáculo y el consumismo, que nos impuso el capitalismo alienante y deshumanizante.
La reforma al Sistema Nacional educativo, anunciada por el actual gobierno, debió realizarse tan pronto como demostraron evidentes inconsistencias y despropósitos, la Ley 30/92 y la Ley 115/94, y sus resultados académicos y sociales.
La Reforma académico-educativa, debe ser integral, desde el Pre-kínder hasta los Posgrados, en todos los niveles. Debe definir y estructurar un modelo académico-educativo integral, que garantice formación integral del estudiante y capacidad y solvencia intelectual de cada profesional y ciudadano.
Son condiciones que solo se logran con un ordenamiento específico, tanto para el acceso a cada nivel de formación, de estudiantes y docentes. No debe referirse solo a gratuidad de matrícula.
La gratuidad de la matrícula, sin establecer condiciones sobre el expediente académico de cada aspirante, como condición para obtener el cupo y la permanencia, en la institución académica respectiva, no garantiza resultaos positivos en calidad y pertinencia.
Los contenidos de la reforma anunciada, debe definir los requerimientos fundamentales para poder estructurar y desarrollar programas académico-educativos de alta calidad, y pertinentes a los requerimientos de la nación, para un desarrollo integral efectivo.
Debe fundamentarse en el méritos intelectual-académico del aspirante, los resultados en el periodo formativo, condiciones que pueden relativamente, garantizar resultados en el ejercicio profesional y de funciones laborales, en general.
La Reforma presentada, por el actual gobierno, es cosmética, permeada de esencias populistas, que no resolverán la problemática educativa nacional, ni en calidad, ni en pertinencia. Los contenidos de la reforma, que cursa en el Congreso, no corresponden a los requerimientos básicos, para garantizar calidad integral del sistema educativo nacional. 22-07-2023