En uno de los peores años del último siglo, por no decir el peor, como es ya sabido la aparición del nefasto virus del Codvid 19, originado en Wuhan China, ya esta a punto de lograr los dos millones doscientos mil casos en el mundo y los doscientos mil muertos, sumados los casi cuatro mil casos en Colombia y los casi dos cientos muertos ha derruido las bases más elementales de la vida de millones de personas en el mundo entero.
Ante esta realidad que parece sacada de la ficción, las dos cabezas visibles del poder en el país dan pasos de ciego e improvisan sin tener idea hacia dónde ir, el presidente Iván Duque y la alcaldesa Claudia López, afanados en ser populares y supuestamente evitar una escalada de muertes masivas están derrumbando los pilares básicos de la sociedad como la libre movilidad, el trabajo y la capacidad empresarial sin ni siquiera sentarse a pensar en las consecuencias laborales, sociales y de afectación para la salud mental de las personas que generan el confinamiento obligado, el cierre de los negocios, los despidos masivos, que así se nieguen están, la desesperación de las personas de más bajos recursos que al verse avocadas al hambre y la miseria están al borde de un estallido social que puede destruir lo poco que regular o muy mal, se ha construido en el país y sus errores pueden generar una masacre peor de la que quieren evitar al contener el virus.
Así que para no ahondar en críticas que cualquier forista en redes sociales puede hacer, quisiera desde mi opinión no tan conocedora, pero de ciudadano de a pie, abatido por el temor del desempleo sugerir algunas propuestas con la esperanza que tal vez alguien se tome el tiempo de escucharlas y tal vez en el mundo idílico, encontráramos eco en personas más capacitadas que permitieran generar una idea sólida para llevarlas ante los sordos gobernantes para al menos dejar constancia de que se intentó pensar otras ideas antes del debacle que se viene:
- De la misma manera que para médicos existen trajes de bioseguridad, habría la forma que en un proyecto conjunto entre universidades, compañías textileras y de bioseguridad se generaran en dos o tres meses modelos para ser usados en la interacción diaria y así podamos abordar transportes públicos con mejor tranquilidad, caminar con cierta paz a muchos sitios y recuperar algo de nuestros derechos básicos.
- Incentivar la apertura de cines y museos mediante aforos controlados y con controles de temperatura que permitieran poder salir a visitar esos sitios sin temor y encontrar de nuevo en la cultura un sosiego frente a un virus con el que toca vivir y que científicamente no va haber vacuna antes de año y medio o dos si no pasa nada o no hay un desatino peor. Y por favor eso del museo virtual es como ver una película pornográfica y decir que se hizo el amor.
- Reunirse urgentemente asociaciones de turismo, bares, restaurantes, que han declarado quiebra masiva y mirar quienes podrían con el apoyo de las cámaras de comercio regionales y entidades del gobierno por medidores de temperatura y pruebas rápidas para apoyar el control de las personas que padezcan la enfermedad y organizar eventos donde se pueda pasarla bien sin perjudicar el bienestar de otros y cuáles de estos negocios pueden transformarse en tiendas de barrio o ventas de comida a domicilio y garantizar algo de apoyo para sus empleados.
- Apoyar la formalización en mercados locales de ambulantes y personas de barrios pobres que puedan proveer a tiendas y comercios de productos de primera necesidad y apoyar con comida o servicios a las organizaciones médicas bajo la idea que puedan ganarse un sustento y a la vez brindar alimentos a los empleados de la salud y poder ganar algo para sus casas y subsistencia.
- Disminuir aún más las importaciones de alimentos para apoyar al campesino y brindarle la oportunidad de que sus productos lleguen a la central de abastos sin intermediario, haciendo que tanto centrales de abastos como ellos ganen bien para que las perdidas sean menores.
- Hacer de muchos hoteles un lugar de residencia para médicos y negociar tarifas apoyadas en parte por los hospitales, en parte por el estado para que puedan descansar y estar más atentos a las inminentes situaciones de emergencia.
