Como bien sabemos, por estos días en el Icetex se han visto ciertos "escándalos", como lo son las deudas millonarias de los beneficiarios de sus créditos quienes denuncian cierta usura y sobrecostos; en otras palabras, un pago injusto. A su vez está la renuncia del presidente de la entidad por las presuntas irregularidades con el Ministerio de Educación Nacional, pero mas allá de la visión de los medios y de la visión estatal debemos considerar la visión de la razón de ser del Icetex: los estudiantes. Para nadie es un secreto que los jóvenes siempre hemos aspirado a ser exitosos y ser algo más de lo que actualmente somos. Con los años nos hemos dado cuenta de que una forma efectiva para lograrlo es la educación, la cual considero debe ser un derecho fundamental por el mero hecho de ser esencial para el desarrollo humano. Sin embargo, esta actualmente es vista más como un servicio por el cual hay que pagar.
Esta visión lleva a que el Icetex se convierta más en una entidad bancaria que en un institución con una misión social. Además de comportarse como una institución bancaria, el Icetex es quien sirve de contacto entre el Ministerio de Educación y los estudiantes, es quien consigna los subsidios, abre las convocatorias, ejecuta los programas para el fomento de la educación que ha diseñado el gobierno.
Mi opinión ante esta relación entre Estado, Icetex y educación es bastante negativa, dado que para un joven como yo que cursó sus estudios en un colegio publico pueblerino es muy tentadora la idea de poder educarse y formarse sin comprometer el escaso dinero que ronda en los bolsillos de la familia colombiana promedio; es decir, es muy tentador poder acceder por un lado a programas como Ser Pilo Paga o el subsidio de matrícula Andrés Bello, e inclusive a los ya conocidos créditos condonables del Icetex.
Por otro lado, acceder a una universidad pública, como lo es la Universidad Nacional (la mejor universidad del país), donde el costo de su educación depende su situación socio-económica, es una opción; pero te estrellas con la dura realidad de que las universidades públicas están sufriendo desfinanciación y sus edificaciones se caen a pedazos. ¿Cómo es posible que las universidades que hacen el mayor aporte a la sociedad dándole oportunidad a todos de cambiar su país se caigan a pedazos?
Tras un shock como este solo quedan las opciones mencionadas primeramente, donde destaca la universidad privada. No obstante, solo puedes acceder a ellas sin ningún problema si logras tener un buen resultado en el Icfes. Obviamente su costo es elevado, pero se supone que al final rendirá sus frutos cuando puedas cambiar ese ambiente desigual en que nuestras generaciones han crecido. De no ser así estás condenado a abandonar tus sueños y seguir viviendo en la misma situación de desigualdad en que han vivido nuestras familias.
Sin embargo, siendo optimista, si realmente logras hacer parte de un programa que te ayude y te facilite estudiar, pues simplemente sientes que tienes el futuro por delante y que tienes todo un potencial para explotar, pero desafortunadamente notas cómo las leyes que rigen la educación parecen ser más grilletes que herramientas. También notas cómo existe una desconexión y una negligencia entre el Estado y el Icetex, y ves cómo día a día la educación se vuelve cada vez más un privilegio sectarizante, elitista y privado.
Todo esto lo digo como bachiller del 2016, como bachiller que recibió la ya nombrada distinción Andrés Bello, a la cual por desinformación y negligencias por parte de la burocracia en general no he podido acceder. Soy un bachiller que también intentó acceder a la educación superior por medio del programa Ser Pilo Paga, pero que nunca fue aceptado en una institución de educación superior a la carrera que quería. Soy un bachiller pueblerino que quiere cambiar su país, ese país por el que de un modo u otro todos luchamos y un bachiller que finalmente se vio obligado a tomar un crédito Tú eliges, por el cual agradezco muchísimo al Icetex, pero que me empieza a preocupar sus consecuencias, como he visto estos días en los diversos escándalos.
Entonces para concluir: ¿qué nos queda ante un Estado privatizador, elitista e indolente con los estudiantes de universidad pública?, ¿qué nos queda ante una institución cuya labor social se ha convertido más en un servicio por el cual hay que pagar hasta intereses?, ¿cómo podemos cambiar los jóvenes en todo sentido a este país ad portas de finalizar un conflicto armado que entre otras cosas nació por la imposibilidad de cambiar el país de una forma pacifica?, ¿cómo cambiar la mentalidad de los jóvenes que se ven obligados a abandonar sus sueños y renegarse a pensar que su vida y su destino al igual que el de sus familias esta escrito y no puede hacer nada para evitarlo ?,¿cómo podemos cambiar a este país si las universidades públicas se caen a pedazos?, ¿cómo cambiar esa manera de ver al Estado y sus instituciones como empresas y como prestadores de servicios?, ¿cómo hacer al Icetex una institución más fuerte, conectada al Estado y a los estudiantes?, ¿cómo lograr que el Icetex sea más ágil, más servicial a la nación, en otras palabras mas justa?
