Los créditos condonables para las comunidades negras nacen a partir del decreto 1627 de 1996. En sus inicios su funcionamiento fue activo y respondía a las necesidades de los beneficiados. Sin embargo, a partir de la reforma del ICETEX, bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, quien concentró las funciones departamentales de esta institución en 4 oficinas regionales (Barranquilla, Cali, Medellín y Bogotá), ya no se toman las decisiones con base al decreto 1627, sino que dependen de dos o tres funcionarios de la oficina principal en Bogotá, que hasta con actitud racista tienen por la forma como operativizan el funcionamiento del fondo de comunidades negras frente a otros.
Esta situación ha generado problemas como:
1. Para condonar un crédito, así el estudiante cumpla con todos los requisitos establecidos en el decreto 1627, debe pasar por junta nacional, que se reúne cada dos o tres meses, con ello represando una cantidad de solicitudes de condonación que cumpliendo con todos los requisitos se puede tardar desde dos a tres años. Lo anterior, afecta la vida crediticia del estudiante, ya que no puede hacer ningún trámite de préstamo, ni tampoco diligencias para becas de estudio de postgrado porque le aparece ese crédito sin condonar como una deuda. Cabe anotar que eso también sucede con su codeudor o la persona que colocó como referencia familiar.
2. Se han presentado casos donde las oficinas de Icetex han perdido la solicitud de condonación, y después de un tiempo cuando los estudiantes piensan que no tienen deuda o problema, estos resultan cobrándoles. Todo con el agravante de que el Icetex, en muchas ocasiones, no entregaba soporte al radicar la documentación. En consecuencia, hoy esos estudiantes tienen cobro jurídico y les dicen que deben demostrar que entregaron los papeles. Esto se ha convertido en un problema de talla mayor, donde existe una agencia de cobro llamando a diario a los estudiantes y realizándole cobros a sus codeudores. Sin contar con que están reportados en centrales de riesgo.
3.Existen problemas frente los cambios de aval, cambio de carrera, cambio de ciudad, cambio de universidad o simplemente por una nota que amerita una corrección. Antes, esos problemas se resolvían según el decreto 1627 en las oficinas departamentales, hoy tenemos casos de ese tipo con más de dos y tres años que perjudican al estudiante.
4. Inicialmente se le daba solución a los problemas en las oficinas departamentales y cuando no, en la junta nacional que era la máxima autoridad del fondo. Hoy algunas de las decisiones de la junta nacional del fondo no son acatadas por los funcionarios, quienes se las pasan por las faja, desconociendo la junta nacional.
5. Otro problema que agrava la situación es que el derecho al acceso a la educación por medio del crédito condonables es regresivo y no progresivo. Esta convocatoria solo fue para asignar 1300 créditos, cuando el año pasado fueron 2300. Cabe anotar que es un derecho regresivo en cuanto que cuando la demanda va en aumento la oferta se reduce.
6. Además de esto, por alguna razón los estudiantes casi nunca pueden cobrar todos los giros a los que tienen derecho, lo cual más adelante les genera inconvenientes. Así mismo, la entidad al no resolver los problemas rápidamente, desconociendo el decreto, da pie a muchos más líos que deben sortear los estudiantes.
7. Los pagos nunca han sido oportunos, les giran a los estudiantes tres y cuatro meses después de la diligencia de los documentos y de la fecha de pago de la matrícula, causando con ello que tengan que pagar matricula extraordinaria o no se puedan matricular.
8. Toda esta problemática ha llevado a que los estudiantes se tomen oficinas de Icetex, lo cual termina en la elaboración de actas de acuerdo que nunca cumplen.
Algunas soluciones:
1. Reactivar las juntas departamentales del fondo con las funciones establecidas en el decreto 1627.
2. Cumplir el decreto 1627 y actualizarlo con participación de los estudiantes.
3. Resolver todos los problemas que tienen hasta 3 años.
4. Realizar una amnistía a los estudiantes que terminaron sus estudios y por alguna razón no han condonado.
5. En cada convocatoria que debe ser semestral por lo menos cumplir con el 50% de la demanda.
6. Fiscalizar que los estudiantes cumplan con el trabajo comunitario y que las organizaciones no realicen esos cobros exuberantes por el aval.
Desde el palenque de San Basilio un cimarrón todavía.
