Amo el humor negro. Me parece lo mejor que hay. Pero no soporto a los payasitos que le sacan jugo al dolor ajeno. A mí por eso Charlie Hebdo no me gustó. Revolver la mierda es algo terrible y puede traer consecuencias funestas. En su afán por acaparar medios, por ser portada de periódicos tan respetables como el Q’hubo.
Lo de la General Santander fue inaceptable, pero burlarse públicamente del terrible suicidio de una madre desesperada en Ibagué le ha granjeado los peores insultos y desprecio. Este trino es francamente una vergüenza:
¿Nadie va a hacer nada? ¿Es tan larga la libertad de expresión que da derecho a hacer chistes sobre lo que sea? ¿Es tal la mezquindad de este tipo que quiere hacerse famoso a cómo dé lugar, incluso burlándose de la desgracia ajena? Yo ya lo bloqueé, ustedes deberían hacer lo mismo. ¿Y Sábados Felices le va a seguir dando trabajo? Acá hay humoristas maravillosos. Démosle la espalda al árabe sin camello, un muchacho que es tan nocivo, tan manipulador que muchas veces se ha considerado perseguido y discriminado por su origen árabe. Dios, cuánta estupidez, cuánto cinismo.