Según el portal de la ONIC -Organización Nacional Indígena de Colombia-, Ibagué tiene el 53% de su territorio comprometido para títulos mineros. Estos, en su gran mayoría, atraviesan las fuentes hídricas del municipio como son el Rio Combeima, Coello, Chipalo y Cócora.
Dicho porcentaje le otorga a Ibagué un revelador puesto entre los municipios con más actividad minera (de oro, plata y otros minerales) del departamento del Tolima. Según los datos de la Agencia Nacional Minera (ANM), en el departamento se explotaron 26,67 kilogramos de plata en el año 2015 de los cuales 73,85 gramos fueron aportados por la capital, es decir, que el 1,96% de la plata extraída pertenece a la actividad minera que se adelanta en la ciudad. Mientras que con el oro, en el año 2015 se desarraigaron del suelo tolimense 249,3 kilogramos del metal, e Ibagué participó con 529,42 gramos del total anterior.
Y es que no es para menos. Según Ulises Guzmán, ingeniero de minas de Cortolima, la corporación encargada de otorgar los permisos y licencias de explotación minera en el Tolima, el trámite para un contrato de concesión es bastante sencillo: comienza con una solicitud en la página de la ANM, luego a través de un PIN se cancela un valor a la ANM --que actualmente es de ochocientos ochenta mil pesos--, con un código que da apertura al sistema se introduce el área de explotación en este, y con tres días hábiles la persona solicitante debe llevar a la agencia los soportes de su ejercicio: mapas, condiciones económicas de la empresa o particular, NIT, y fotocopia del documento de identificación.
El proceso de estudio para otorgar un contrato de concesión puede tardar entre tres o cuatro años y tan pronto se obtenga, la persona o empresa interesada presenta un Programa de Trabajo y Obra (P.T.O) ante la Agencia Nacional Minera. En este se especifican distintos aspectos: cómo se va a explotar, cuánto tiempo durará, y qué volumen mensual y anual se sacará. A continuación, la ANM pasa el caso ante la entidad encargada de cada departamento, y esta se ocupa de conceder o negar la licencia ambiental correspondiente, que a su vez contiene un Estudio de Impacto Ambiental (E.I.A). Hasta este último punto pueden pasar alrededor de seis o siete años desde el momento en que se aplica a la solicitud para el contrato de concesión, pero cuando es otorgado se dan tres años para la fase exploratoria, el mismo tiempo para el montaje de la maquinaria e instalaciones y veinticuatro años de explotación. Pero si se reducen los tiempos de reconocimiento y estructura, el tiempo de extracción se puede alargar.
Sin embargo, según la ley 685 del 2001 o Código de Minas, al finalizar la fase de explotación esta puede ser prorrogable por el mismo tiempo hasta un máximo de sesenta años. O para agilizar el proceso, existe la opción de realizar explotación anticipada, y consiste en seleccionar una pequeña parte de la hectárea delimitada para la actividad minera y mientras se aprueba el P.T.O se puede iniciar el proceso de explotación, a cambio de pagar el equivalente a un mes de salario mínimo por metro cuadrado de terreno explotado bajo esta modalidad.
Títulos mineros en Ibagué: Ladino, Parque Minero El vergel
Según los datos otorgados por el Catastro Minero Colombiano del 2016, “en Ibagué aparecen reportados 124 títulos de los cuales 24 han sido declarados terminados, es decir que existen 100 títulos mineros vigentes con una extensión de 41.700 hectáreas”. Sin embargo, para el municipio las minas Feldespato del Vergel y Ladino de Sumicol ubicada en el barrio el Salado, son las más importantes por su área y tiempo de explotación.
Por un lado de la Mina Ladino, ubicada en el barrio El salado, pertenece a la empresa Sumicol S.A.S, se extraen materiales no metálicos como el Feldespato y Yeso, que luego del proceso de trasformación es utilizado para vajillas, insumos cerámicos y materiales para construcción. Según Albeiro Vaquero, operador de minas de dicha planta, llevan más de treinta años en la fase de extracción y la licencia otorga otros treinta más para tal fin. Realizan minería a cielo abierto y al día extraen más de veinte toneladas del material. Las trecientas hectáreas del terreno son cercadas por el rio Cocare y atravesadas por quebradas como la Hedionda.
Según los habitantes del sector en sus inicios, en la mina se trabajaba con la maquina buldócer, factor que originó la contaminación de las fuentes hídricas ya mencionadas por varios años. Además, que la gran cantidad de polvo expelido causó gran molestia pues su presencia era constante tanto en el ambiente como en el agua.
Por otro lado, en pleno oriente de la ciudad se encuentra situada la mina Feldespatos El Vergel y Cia Ltda , actualmente la más grande del municipio con quinientas hectáreas de explotación y atravesada por el rio Chipalo y quebradas La mulita y Las panelas según el documento del proyectos especiales de Cortolima.
En dicho terreno se logran extraer cerca de treinta y seis mil toneladas del material al año, ya que su método de explotación es a cielo abierto y en su proceso utilizaban inicialmente explosivos como indugel, anfo, dinamita y ahora martilleo, a raíz de las constantes quejas de los habitantes de la comuna seis ante la Personería Municipal, por las fuertes vibraciones, temblores y polvo expelido. Además, a partir del plan de ordenación del sector industrial del Vergel al comenzar el proceso de preparación de la mina hace cuarenta años se “removió la capa vegetal, el horizonte orgánico y la zona de alteración de la roca a explotar que varía de 1 a 2 metros de espesor”.
Después de la extracción, el material se traslada en volquetas a la planta de procesamiento, por consiguiente, según Claudia Echeverry, habitante del sector, con el paso del tiempo estos vehículos han sido los mayores deterioradores de la única vía que tiene el barrio ubicado cerca del parque minero, Cañaveral. Además en su paso sueltan partículas de Sílice que según el portal Labor Occupational Safety & Health Program (UCLA) “es un material muy duro que se encuentra en casi todas las rocas. La sílice es el componente principal de la arena, arenisca, cuarcita, granito, etc. Y este en su forma cristalina representa un peligro para la salud humana”
Así es como la minería ha invadido a la capital musical de Colombia, existen otras tantas, como estas dos zonas mineras, distribuidas por todos los sectores del municipio, y otras están a la espera de ser autorizadas. Indudablemente, Ibagué es un municipio minero pues la extensión de tierras y el número de hectáreas otorgadas para tal fin es bastante grande. De la misma forma, la capital es reconocida a nivel nacional por ser la primera ciudad en realizar una consulta popular para regular tal actividad y tener participación y control sobre su territorio.